La Concejalía de Parques y Jardines ya ha elaborado el proyecto para remodelar el jardín de Teniente Flomesta, más conocido como Jardín Chino. Esta zona verde de la ciudad, que cuenta con 7.078 metros cuadrados, se convirtió hace un año en campamento para casi un centenar de inmigrantes, la mayoría subsaharianos, que hicieron del jardín su casa a cielo raso, utilizando las fuentes públicas para asearse y dispersando por el césped colchones viejos, ropa y enseres. Los vecinos denunciaron la situación que se había convertido en un problema de salud pública, por las condiciones de insalubridad, y Ayuntamiento y Consejería de Sanidad tomaron una decisión conjunta para desalojar el jardín. Instituciones como Jesús Abandonado, Cáritas y Murcia Acoge se hicieron cargo de los inmigrantes y, acto seguido, el Ayuntamiento encargó los trabajos de limpieza de la zona, tras lo cual quedó vallada y aún permanece cerrado parte del jardín.

Para que no vuelva a repetirse una situación similar, el concejal de Parques y Jardines explica que el nuevo jardín Chino contará con un guarda similar a los que recorren los principales parques de la ciudad como El Malecón, más conocidos como los hombres verdes porque llevan el uniforme de este color. «Este guarda si observa algún deterioro lo pondrá en conocimiento del servicio municipal correspondiente, ya sea Parques y Jardines, Vía Pública o Limpieza, y en caso necesario – si hay altercados o vuelve a ser utilizado para pernoctar por los inmigrantes – lo comunicará a la Policía Local o a la Policía Nacional, que tiene las competencias para retirar a los sin papeles», explica el edil José Ros.

También para garantizar que el Jardín Chino vuelva ser un lugar seguro, donde la gente pueda pasear tranquila, se van a eliminar todos los recovecos, estanques, escalones e inclusos los árboles estarán perfectamente podados para que se pueda ver de forma diáfana desde un extremo al otro de esta zona verde.

El proyecto de remodelación se llevará a cabo este verano, una vez que la Concejalía cuente con la mano de obra necesaria, la mayor parte procedente de un convenio con el Servicio Regional de Empleo para contratar a parados como peones.

Algunos trabajos previos ya se han llevado a cabo semanas atrás, como ha sido la demolición de los urinarios, que se habían convertido en un foco de infección por el uso inapropiado de los mismos. Este derribo se realizó a petición de los vecinos por los malos olores que generaban.

La primera fase de las obras comenzará a principios del verano y durarán 9 meses. Las primeras actuaciones consistirán en la reparación de la red de riego, sustitución de tapas metálicas de registro, sustitución de bancos, vallado de parterres, plantación de flor de temporada y construcción de una pista central.

El presupuesto de esta fase asciende a 190.000 euros, de los que 148.000 corresponden a mano de obra subvencionada y 40.000 a materiales por cuenta del Ayuntamiento.