parís. La Justicia francesa ha ordenado la puesta en libertad de varias decenas de demandantes de asilo que estaban en la zona de espera del aeropuerto parisino de Roissy, en la que se encontraban retenidos tras ser sorprendidos cuando trataban de entrar en el país tras una sentencia condenatoria del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Según publica el vespertino Le Mondeen su edición de ayer, al menos cuarenta demandantes de asilo han sido puestos ya en libertad tras la sentencia emitida el pasado 26 de abril por el Tribunal de Estrasburgo respecto a un hombre de origen africano que se encontraba en esa misma situación.

Ese día, la Corte europea de Derechos Humanos dictó sentencia por el caso de un eritreo que en la actualidad está acogido por una ONG francesa y que en 2005 corrió el riesgo de ser expulsado cuando se presentó sin documentos en el aeropuerto parisino, al que había llegado tras un largo periplo por varios países.

legislación En Francia sólo se puede presentar una petición de asilo o refugio si se está físicamente en territorio nacional, pero no se puede acceder si se carece de documentos, por lo que los afectados quedan en una zona de espera. Es decir, los inmigrantes que solicitan asilo no pueden realizar la petición al no estar en territorio francés y no pueden acceder a éste al carecer de papeles.

En cualquier caso, si la administración rechaza la petición el interesado puede recurrir a la jurisdicción especializada en sentencias urgentes, pero ese procedimiento no tiene efecto de suspensión de la posible expulsión que ya haya podido ser dictada.

recursos Esto último es lo que ha rechazado el Tribunal de Derechos Humanos en una sentencia a la que se han acogido decenas de solicitantes extranjeros que se encontraban en la zona de espera del aeropuerto parisino para apelar ante la justicia gala, ante las que los jueces locales han empezado a aplicarla en su sentencias a favor de los inmigrantes que se encuentran a la espera.

Sin embargo, todo ello tiene un caracter temporal por cuanto a pesar de que la sentencia del Tibunal de Derechos Humanos sea vinculante para Francia, el Estado francés aún tiene por delante casi la totalidad de los tres meses de plazo para presentar un eventual recurso a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, que fue adoptada por unanimidad.

La sentencia dictada en Estrasburgo, además, podría también tener consecuencias legales en otros países de la UE.