Especial atención le merecieron al presidente nacional del Partido Popular los cursos de alfabetización que desarrolla la Consejería de Educación, «un proyecto muy importante y, prácticamente, pionero en todo el país». Se sirvió Mariano Rajoy de esta oferta «formativa y educativa» en favor de la mujer para defender una nación «en la que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos, pero también los mismos deberes y las mismas obligaciones». Habló de la igualdad de oportunidades y de dos cuestiones directamente relacionadas: la educación y la formación, «el reto más importante que tiene España para los próximos años».

A este reto habría que sumarle, a juicio de Rajoy, el de ordenar la inmigración en un país que ha visto cómo, en los últimos diez años, la población extranjera ha aumentado más de un ocho por ciento. «Un asunto importante en España y en la Unión Europea» que obliga al Partido Popular a apostar por una política que se basa en el desarrollo de una Ley que prohíba las regulaciones masivas y en una apuesta por la integración, por la lucha contra la inmigración ilegal, por una política europea común y, por último, por una igualdad, real y efectiva, entre hombres y mujeres.