"Europa padece una grave islamofobia"

El Periodico, MONTSE MARTÍNEZ, 11-05-2007

Jefe de investigación de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales

Constata que Europa no mejora. Al contrario, tiende a empeorar su visión de los musulmanes que, paradójicamente, son cada vez más numerosos en sus ciudades. De la mano del Institut Europeu de la Mediterrània (IEMed), el máximo responsable de investigación de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, Ioannis Dimitrakopoulos – – Salónica (Grecia), 1957 – – , desmenuza en Barcelona sus análisis sobre los musulmanes en la Unión Europea.

– – ¿Sabe Europa que tiene un problema de racismo, o ni tan solo es consciente de ello?
– – Los gobiernos lo saben, y la prueba es que están trabajando para superarlo. Otra cosa diferente es que no sepan demasiado bien cómo enfocarlo. El atentado islamista de Nueva York, seguido de los de Londres y Madrid, supuso un punto de inflexión que ha marcado las relaciones con las crecientes comunidades musulmanas. Europa padece una grave islamofobia.

– – ¿Cómo se puede transmitir con eficacia que ser musulmán no es sinónimo de ser terrorista?
– – Las respuestas de los gobiernos han cambiado mucho. En el 2001, tras los atentados de Nueva York, pocos políticos trabajaron inmediatamente con el objetivo de proteger a la comunidad musulmana en Europa. En el 2005, después de los atentados de Londres y de los de Madrid, sí hubo una respuesta masiva por parte de los políticos y por parte de los líderes de las comunidades musulmanas para condenar inmediatamente los ataques terroristas y hacer una clara distinción entre las comunidades musulmanas y los terroristas. Ha habido un aprendizaje. Políticos y medios de comunicación deben insistir más en este mensaje, aunque parezca redundante.

– – Usted insiste en que la ley es una de las principales herramientas para luchar contra la discriminación.
– – El tratamiento del racismo en la justicia ya no solo se circunscribe al ámbito penal, sino también al civil. Esto es importantísimo. El inmigrante discriminado puede acudir a los tribunales para pedir responsabilidades por daños y las organizaciones ya pueden pleitear en nombre de un particular. La población debe saber que existen estos elementos legales para luchar contra la discriminación. Tenemos un marco legal contra la discriminación y es muy importante que se utilice.

– – ¿Están preparados nuestros jueces y policías o ellos también están contaminados de esta islamofobia?
– – No tenemos pruebas que sugieran tal cosa. Si son o no conscientes de la magnitud del problema es otra historia. Los gobiernos están tomando las medidas necesarias con programas de concienciación a la policía y cuerpos judiciales. Con estos esfuerzos se consigue aumentar el nivel de sensibilidad, y en España hay ejemplos. Sin embargo, España forma parte del grupo de países que no tiene un sistema de monitorización de incidentes racistas por parte de la justicia para así poder luchar de forma efectiva. Nosotros recomendamos tener estos sistemas.

– – Usted siempre ha defendido que la integración es una doble vía donde receptores y recién llegados deben poner de su parte por igual. ¿Los musulmanes están haciendo la parte de esfuerzo que les corresponde o han adoptado una postura demasiado cómoda?
– – Las pruebas que tenemos reflejan que especialmente la gente joven musulmana está intentando comunicar, y este es el primer paso para la integración. La juventud desea la integración, pero basada en una igualdad real de oportunidades donde se respete su especificidad religiosa. Es una lucha que existe, está en curso, aunque los cambios no se van a producir de la noche a la mañana. La igualdad de oportunidades es un camino difícil que requiere liderazgo político. Estar en la ruta ya es, de por sí, una contribución importante. Hemos constatado que allí donde los musulmanes gozan de plenos derechos hay mayor integración.

– – Trabajo, vivienda y educación. ¿Cómo mejorar estos tres ejes de la integración?
– – El ámbito legal, como he explicado antes, es fundamental para ordenar el mercado laboral. Además hay que potenciar las habilidades de los inmigrantes todo lo posible. Pero creo que la educación es incluso más importante. Los inmigrantes traen a sus familias y tienen que encontrar una calidad de enseñanza pública alta donde se incorporen elementos interculturales perfectamente integrados, no como anexos. A convivir con la diferencia se aprende en la escuela. Los inmigrantes deben tener acceso al mismo nivel de educación. Es importante potenciar la vivienda social y evitar la guetización.

– – ¿Cómo se lucha contra la idea generalizada de que lo que los estados dan a los inmigrantes lo dejan de percibir los autóctonos?
– – No tenemos datos de que grupos inmigrantes se aprovechen de beneficios sociales. Puede existir la percepción, pero no hay datos que lo corroboren. Los inmigrantes hacen una contribución muy importante al aportar su capacidad productiva en los países donde trabajan. Enriquecen a un país económica y culturalmente.

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