Los inmigrantes no paliarán el futuro incremento de jubilados

El Periodico, A. FUENTES, 11-05-2007

Los efectos positivos de la inmigración en el mercado laboral, con la llegada de 2,2 millones de ocupados extranjeros desde el 2000, pueden ser insuficientes para contrarrestar el envejecimiento de la población española. En un plazo de 20 años, habrá culminado otra revolución social: se jubilará la nutrida generación del baby boom y se incorporará otra con muy pocos efectivos. El resultado será que aumentará la cifra de inactivos en relación con la de ocupados, situada ahora en una tasa de 1,24 después de un fuerte descenso gracias a los inmigrantes.
En los últimos años, la demografía de la población española y el “choque inmigratorio” han confluido en un crecimiento del mercado de trabajo sin precedentes y en la reducción en un 42% de la tasa de dependencia, que mide los inactivos por cada ocupado y que es un indicador de la salud laboral de un país. La tasa pasó del 2,16 de 1980 al 1,24 del 2006, según un estudio de Caixa Catalunya coordinado por el catedrático de Economía Aplicada de la UAB Josep Oliver.

CIFRAS ESPECTACULARES
Una buena parte de esa mejora se debe a unas cifras “espectaculares” del crecimiento de la población inmigrada ocupada, que subió un 323% entre el 2000 y el 2006 al pasar de 600.000 a 2,8 millones de trabajadores extranjeros. Los autores del estudio concluyen que esta tasa de incremento “expresa justamente los objetivos de la inmigración, que no son sino su incorporación, como ocupados, en el mercado de trabajo”. A pesar de que muchos familiares de esos extranjeros ocupados se han desplazado a España y que la tasa de natalidad es más alta que la de la población autóctona, los inactivos inmigrantes han aumentado un 166%, muy por debajo de los ocupados.
El grupo de los inactivos extranjeros incluye a 392.000 menores de 16 años, a 244.000 mayores de 64 años y a 1,1 millones en edad de trabajar. Entre estos últimos abundan las mujeres, en especial de África, junto a los parados. Según la última encuesta de población activa, la tasa de paro de los inmigrantes es del 12,6% frente a una media general del 8,4%.
Como resultado, la tasa de dependencia de los 4,6 millones de extranjeros residentes en España es mucho más baja que la de los españoles, de 0,61 personas por cada ocupado frente al 1,35 de los nativos.

CHOQUE DEMOGRÁFICO
El estudio de Josep Oliver alerta de los efectos que tendrá lo que, utilizando la terminología empleada para los inmigrantes, se podría calificar de choque demográfico. La situación favorable de los últimos años gracias a la conjunción del efecto positivo de los inmigrantes ocupados y la escasez de jóvenes autóctonos que han paliado el aumento de jubilados “lamentablemente es transitoria”.
En 20 años se producirá un escenario muy negativo que consiste en que habrá muchos jubilados (la generación del baby boom) y una incorporación de ocupados nativos muy diezmada, lo que “presionará sobre los indicadores de dependencia, que se elevarán considerablemente respecto a la favorable situación que ofrecen ahora”.
En un reciente estudio, Oliver cifró la necesidad de inmigrantes del mercado laboral español en el 2020 en una horquilla situada entre cuatro y 6,6 millones.

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