NUESTROS DEBUTANTES

«¡Que se ganen mi voto!»

El Mundo, JORGE IMBAQUINGO, 11-05-2007

Con el inicio de la cuenta atrás hacia el 27 – M, M2 recoge las impresiones de los votantes que ejercerán su derecho al sufragio por primera vez y sus opiniones sobre los candidatos Para Freddy Arcos, un inmigrante ecuatoriano que hace 14 meses consiguió la nacionalidad española, la hora de votar en estas elecciones autonómicas implica una decisión importante: practicar su derecho de ir a las urnas por voluntad propia.


En Ecuador el sufragio es obligatorio. Quien no acude a votar es sancionado con la suspensión de los derechos de ciudadanía o una multa. Así que su encrucijada del momento es que un político logre convencerlo hasta el punto de llevarlo a las urnas para depositar su voto y su fe por que su nuevo país, España, progrese.


«Quiero votar, aunque a veces el tema político no se centra en las necesidades de los inmigrantes», explica Freddy, quien ahora está preocupado por sobrevivir. «Cuando llegué aquí empecé a trabajar como interno en una casa. Pero luego ese trabajo se terminó y desde ahí he tenido que hacer otros oficios. Antes, como interno, tenía oportunidad de ahorrar y mandar dinero a mi país. Ahora sólo pienso en vivir el día a día, y de eso los políticos no se preocupan», explica.


A Freddy le gustaría un candidato que propusiera que todo el dinero invertido en obras monumentales se destinara primero a obras sociales. «A veces me pregunto el porqué de tanta obra faraónica, que a veces es innecesaria, y mientras tanto veo a gente pobre deambulando por las calles. Igual son españoles a los que no llegan las políticas de ayuda. En ocasiones creo que ese dinero se debería invertir en mejorar las condiciones de los inmigrantes, sobre todo de los africanos. Yo he visto cómo viven, con muchas necesidades», agrega.


Freddy explica que el perfil del político medio no difiere mucho entre América y Europa. Lo sintetiza en una frase: «Prometen y no cumplen». Su análisis llega al punto de decir que si un candidato que llega a ser elegido cumple a medias sus ofertas, en realidad, no cumple y ha mentido. «Se cumple a carta cabal o nada. No hay punto medio», sentencia.


Mauricio Arcos, el hermano menor de Freddy, lo tiene muy claro. No votará a nadie en estas elecciones. «No me importa mucho la política, la verdad. Creo que se debe más que nada a que los inmigrantes de Latinoamérica tenemos una sola imagen sobre nuestros políticos: que se aprovechan de todo esto para robar. Pero creo que también se debe a que los inmigrantes somos pocos en relación al resto de la población, y por eso no se nos tiene en cuenta en la política. Somos un voto más que casi no importa. Por eso no nos incluyen verdaderamente en sus propuestas», confiesa. «El resto de inmigrantes de otras nacionalidades sé que no tiene una gran expectativa para votar. Simplemente porque los inmigrantes no estamos en sus planes», agrega Mauricio.


Freddy, finalmente, dice que la clase política no sólo no se mete a fondo con los inmigrantes, sino con el pueblo en sí. «Basta recordar que el presidente del Gobierno no sabía cuánto cuesta un café, o que el alcalde está desesperado por hacer obras para que las generaciones que vienen lo recuerden, porque éstas quedarán en el tiempo, y no porque cobra tantos impuestos por todo, hasta por aparcar los coches en las calles», finaliza antes de volver a la obra con sus compañeros españoles, Julio Comisaña y Fidel Bustamante.


FREDDY ARCOS / MAURICIO ARCOS


Estudiante de Filosofía. Freddy Arcos estudiaba el primer año de Filosofía en la Universidad Central de Ecuador cuando decidió emigrar a Madrid. Ha trabajado como interno, conductor y mensajero. Ahora tiene 35 años y está empleado en una empresa de aislamiento de tuberías de calefacción.


Contador público. Mauricio Arcos tiene 32 años y emigró a España hace siete años. Antes de venir era contador público. En sus planes está regresar a Ecuador y vivir en Quito, en el barrio de Carcelén, donde está la mayoría de sus amigos. Siempre fue considerado como un buen deportista.

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