Varias iglesias de EE. UU. darán refugio a los ´sin papeles´

Un grupo interconfesional se opone al aumento de las deportaciones

La Vanguardia, , 10-05-2007

En Estados Unidos se lanzó ayer una iniciativa interconfesional para dar refugio en templos a los inmigrantes indocumentados. Es una reacción al drástico aumento de las deportaciones y al punto muerto de la reforma inmigratoria que desea Bush pero que sus correligionarios republicanos bloquean en el Capitolio.

EUSEBIO VAL – Corresponsal WASHINGTON

“Estamos respondiendo a un sistema roto que está creando familias rotas, vidas rotas”, dice la pastora luterana Alexia Salvatierra
- Iglesias y congregaciones religiosas de múltiples credos pusieron en marcha ayer en Estados Unidos el Movimiento Nuevo Santuario, una iniciativa destinada a ofrecer refugio en los templos a los inmigrantes sin papeles y bajo amenaza de deportación. El proyecto es la respuesta al creciente celo de las autoridades para expulsar del país a inmigrantes ilegales y ante el bloqueo en el Congreso de una ley que regularice la situación de los indocumentados.

Cinco ciudades – Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Seattle y San Diego- serán las primeras en tantear la reacción de la policía migratoria. Su estrategia será gradual. En algunos casos se facilitará refugio en los templos; en otros se dará sólo asesoramiento a los inmigrantes y se les acompañará a sus citas con la justicia. Dependiendo del resultado se adoptarán medidas más drásticas y amplias. “Queremos poner un rostro humano a unas leyes migratorias muy complejas y despertar la conciencia del espíritu humano”, declaró el padre Richard Estrada, de la iglesia de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, una de las primeras que darán refugio a un inmigrante indocumentado. No existe garantía de que los agentes migratorios no entren en los templos.

El Movimiento Nuevo Santuario pretende ser una reedición de acciones similares llevadas a cabo por las iglesias durante los años ochenta del siglo pasado, cuando una avalancha de ciudadanos centroamericanos llegó a EE. UU. en busca de asilo político ante las guerras civiles y la persecución política que azotaban sus países. Dado que los gobiernos de la región – El Salvador, Guatemala, Honduras- eran aliados de Washington, no se les concedía asilo. De ahí que surgiera la iniciativa para protegerles.

“Un santuario es más que un lugar físico para que los creyentes oren; es un espacio sagrado que garantiza compasión, protección y el amor de Dios – dijo Alexia Salvatierra, pastora de la Iglesia Luterana Evangélica-. Estamos respondiendo a un sistema roto que, cada vez más, está creando familias rotas, vidas rotas”.

No cesan de hacerse públicos en la prensa los dramas de inmigrantes indocumentados que son expulsados o viven con el temor permanente de serlo. En muchos casos tienen hijos que nacieron en EE. UU. y son por tanto ciudadanos norteamericanos. Eso agrava el drama. Con frecuencia los padres se marchan y los hijos se quedan viviendo con parientes. Bush recibió quejas de primera mano por esta situación durante su visita del pasado marzo a Guatemala y México. Los presidentes Óscar Berger y Felipe Calderón expresaron públicamente su inquietud por las deportaciones. Según cifras oficiales, durante el último año fueron deportados más de 221.000 inmigrantes sin papeles, lo que representa un aumento del 20%.

La redacción de una nueva ley de inmigración está atascada en el Congreso, pese al deseo expreso de Bush de llegar a una fórmula que permita regularizar a la mayoría de los doce millones de indocumentados.

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