BCN considera más preocupantes los casos de sobreocupación

El Periodico, PATRICIA CASTÁN, 09-05-2007

La sobreocupación de pisos preocupa más en estos momentos al Ayuntamiento de Barcelona que la compraventa de minipisos. No existen balances de actuaciones contra vecinos que vivan en micropisos, pero sí aumentan los expedientes sobre pisos patera, en especial en Ciutat Vella, donde el pasado año se registraron 33 nuevos casos, que finalizaron con 22 órdenes de precinto.
Mientras el alcalde Hereu admitía la entrada en el mercado inmobiliario de los micropisos, el concejal de Ciutat Vella, Carles Martí, aseguró que no eran habituales ni proliferaban. “Tenemos más casos de pisos patera”, dijo.
El distrito, que cuenta con un programa de control específico de estas situaciones, abrió el año pasado expediente contra 33 pisos utilizados como pensiones, donde se suelen realquilar camas en pésimas condiciones y sin licencia de actividad. Estos pisos sobreocupados ilegamente suelen generar molestias vecinales y consiguientes protestas. Durante el 2006, se dictaron 25 órdenes de cese de actividad al respecto (algunas correspondían a expedientes abiertos en años anteriores) y 22 de precinto, de las que 15 tuvieron que ser ejecutadas al no haber cierre voluntario.
Las cifras del distrito superan los 20 casos del 2005 y evolucionan como en otros municipios del área metropolitana, como Badalona, donde a principio de año se detectaron pisos patera sobreocupados por rumanos en el barrio de La Salut.
En otros distritos, como Gràcia, el ayuntamiento detectó una tendencia a convertir bajos comerciales en viviendas, que en los últimos años se ha frenado, aseguró ayer el concejal Ricard Martínez. En muchos casos era legalmente imposible porque las fincas habían agotado su cuota de edificabilidad (como vivienda). El edil es contrario a legalizar el cambio de uso, ya que supondría igualar los precios de suelo comercial y residencial, generaría especulación y afectaría a la trama comercial del distrito.

PUERTA A PUERTA
Martínez admite que el control de los usos requeriría un “estudio puerta a puerta” porque es imposible conocer la diferencia real entre pisos, pisos – talleres, estudios y actividades comerciales. “Hay visibles y no visibles”, dijo. El edil recordó que la ubicación de pisos en bajos no está fuera de norma si no se ha agotado la edificabilidad y si el espacio contempla las medidas y características legales requeridas. Por el contrario, cuando se reforma un bajo sin cédula, por ejemplo, “nadie lo prohíbe”. El problema radica a la hora de la posible venta.

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