DOMINIQUE WOLTON SOCIÓLOGO Y DIRECTOR DE LA REVISTA 'HERMÈS'

«El discurso conservador en Francia está lleno de valores de la extrema derecha»

El experto francés pone en duda la capacidad de Sarkozy de llevar a cabo el cambio prometido

El Correo, BORJA BERGARECHE, 09-05-2007

Dominique Wolton es uno de los grandes expertos europeos en comunicación y política. Desde hace tres décadas, analiza la actualidad política francesa en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), la gran fábrica de pensamiento del país galo. «Hoy día estamos obligados a convivir con gente a quien no nos parecemos en nada», defiende, frente a la tendencia que ve en el nuevo presidente electo de separar entre «familia y desorden», entre «los que madrugan y los que no».

– ¿Estaba en crisis Francia?

– Desconfío del término ‘crisis’. Se utiliza demasiado y, además, ¿cuándo no están en crisis las sociedades? Pero es verdad que hemos asistido a una derechización del cuerpo electoral francés, y al desgaste de un socialismo percibido como excesivamente burocratizado.

– ¿Existe un modelo social francés?

– Es un modelo marcado por el Estado, un modelo hacia el que, aunque sea demasiado burocrático, irán otros países porque la globalización conduce a una revalorización de los estados. El segundo elemento, la integración republicana, está en crisis porque Francia no ha sido capaz de integrar 40 – 50 años de inmigración de los territorios de ultramar y de los países de la Francofonía. Y se ha desbordado la relación entre la agricultura y la sociedad urbana. Lo que sí queda es una fuerte ideologización política, y quizás una manera de entender la familia y las relaciones hombre – mujer.

– ¿Y el papel de Francia en el mundo?

– Ha estado totalmente ausente en la campaña electoral. No hemos salido de Francia. No hemos salido de un ‘miserabilismo’, según el cual parecía que Francia estaba peor que Burkina – Fasso. Bastante ridículo.

– ¿Había una necesidad de cambio?

– La victoria de Sarkozy es un reflejo de esto, claro. Es necesario resolver el tema del empleo, disminuir la reglamentación de las relaciones sociales, asumir el reto de la solidaridad y hacer frente a las tensiones campo – ciudad. Finalmente, diría que la gran transformación pendiente es la de la sociedad multicultural.

– ¿Peligra la identidad francesa?

– Al hablar tanto en campaña de la identidad francesa, se ha evitado hablar de la sociedad multicutural. Se ha recurrido a la dimensión defensiva sin mencionar la ofensiva, es decir, aceptar que Francia es un país arco – iris. Es un asunto que debería haber resaltado la izquierda, y que no ha hecho. Sarkozy ha utilizado el tema de la identidad nacional para neutralizar el discurso de la extrema derecha. Desde un punto de vista sociológico, no hay una crisis de identidad francesa. Hay un problema político, que es la no aceptación de que se trata de una identidad multicultural.

– El presidente Sarkozy propone ‘trabajo y orden’. ¿Qué le sugiere?

– Pues ‘trabajo, familia y patria’, ¿no? Forma parte de esta derechización de la sociedad francesa, pero si ha ganado Sarkozy es por algo. Su victoria es también la prueba de que la izquierda no ha sabido trabajar las transformaciones de la sociedad. Hay que comprender que en apenas 30 – 50 años hemos asistido al éxodo rural, a la destructuración de la familia y a liberación de la mujer, un verdadero lío antropológico.

– ¿Y la extrema derecha?

– Hemos combatido demasiado a la extrema derecha sin querer ver que sus ideas estaban penetrando en la sociedad. El gran golpe de la derecha en estas elecciones ha sido el haberle abierto sus puertas, cerradas desde hacía 30 años.

– ¿Es falso entonces hablar de la derrota del Frente Nacional?

– El FN ha ganado culturalmente aunque haya perdido políticamente, ellos mismos lo han dicho. El discurso de la derecha está lleno de valores de la extrema derecha, lo cual plantea serios problemas de cara al futuro.

– ¿Logrará Sarkozy llevar a cabo el gran cambio que ha anunciado?

– Imposible, ha prometido todo a todo el mundo. Se acusaba a Ségolène de no tener credibilidad, pero él tampoco es creíble ni cuenta con una gran experiencia, más allá del Ministerio del Interior. Con un 47% de votos a Royal, el panorama es casi de mitad – mitad, y el riesgo de un terremoto social estará ahí si las medidas que adopte son demasiado discriminatorias.

– Pero Sarkozy se presenta como un unificador…

– No estoy seguro de que vaya a ser capaz. Sarkozy ha ganado defendiendo dos cosas contradictorias: por un lado, ha buscado siempre un enemigo a quien combatir – el Mayo del 68, «los que se levantan tarde», «los que no trabajan» – , y por otro, habla de la necesidad de unir a todo el mundo. ¿Qué hará en la presidencia, buscar un enemigo exterior como chivo expiatorio? Está obligado a cambiar de paradigma de comunicación política.

– ¿Cómo debemos valorar que el nuevo presidente no pudiera hacer campaña en ciertas ‘banlieues’?

– Toda la credibilidad de su presidencia va a jugarse en este campo. Lo que llamamos modelo republicano está averiado, ha funcionado para integrar a blancos – españoles, italianos – , pero ha excluido a los hijos de la inmigración del África negra, por ejemplo.

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