El fundador de los «Latin» en España dice que se dedican a limpiar parques

La Razón, Diana Valdecantos, 04-05-2007

Madrid – Nunca nadie se hubiese podido imaginar que el fundador de los
«Latin Kings» en España, Eric Javier Jara Velastegui, reconociese delante
de trece de sus «súbditos» que «conserva muchos amigos ñetas» y que no
tiene ningún problema con esa banda latina. No pareció importarle lo que
de ellos se asevera en el manifiesto fundacional de la organización,
literalmente a los «ñetas», dice, «no se les dejará crecer; deben
reconocerlos, someterlos y tumbarlos con todo rencor». Era sólo el
aperitivo. La declaración de «El Padrino» de los «reyes» hizo esbozar más
de una sonrisa en la primera jornada del juicio contra él y otros trece
supuestos miembros de la banda acusados de asociación ilícita, coacciones,
lesiones y amenazas. En un tono chulesco y corrigiendo constantemente a la
fiscal, el supuesto líder de la organización reconoció pertenecer a los
«Latins». Eso sí, «no a la banda criminal» que según Jara han ensalzado en
multitud de ocasiones los medios de comunicación, no. Los «Latin Kings» de
los que él formaba parte «limpiaban parques y hacían ejercicio». El
conocido como «King Wolverine», además, explicó que «nadie estaba obligado
a entrar en la organización» y que estaba absolutamente prohibido agredir
a cualquier persona. Según Jara, el respeto por los padres, la naturaleza
y el prójimo son los ejes por donde navega la organización. De hecho, «no
nos gustaba que los menores fumasen drogas o fuesen mal en la escuela».
«El Padrino» negó también haber continuado dirigiendo la banda desde la
cárcel, donde ingresó en 2003, así como haber redactado el manifiesto
fundacional. Aunque sí que dijo conocer su contenido. Para «King
Wolverine» los «Latin Kings» se crean para «ayudar a los demás sin esperar
nada a cambio». La mayoría de sus reuniones, explicó, giraban en torno a
la solidaridad y la cultura. Eric Javier, fue condenado en su momento a 21
años de prisión por robo, detención ilegal y violación. «Combatir el
racismo» Tras las palabras del «rey de reyes», le tocó el turno a «King
Baby Black», José Fabricio I.L., considerado por el fiscal como el enlace
entre el líder y la organización cuando el «Padrino» estaba en la cárcel.
Con los mismos modales que su jefe, explicó casi enfadado que los
ecuatorianos habían venido a España a trabajar y que, cuando se fundó la
banda, era necesario luchar contra el racismo, «que había mucho». José
Fabricio no reconoció la jerarquía que le expuso la fiscal porque en la
banda «nadie manda a nadie, todos somos uno solo», dijo. La líder de las
«queens» A su lado estaba sentada la que ha sido durante años su pareja,
la española y líder de la sección femenina de la banda, María T., conocida
como la «Madrina». La joven, segura de sí misma y sin titubear, contestó
con soltura a las preguntas de los abogados. Reconoció su pertenencia y su
liderazgo en la banda pero aseguró que nunca presionó ni agredió a nadie
mientras formó parte de la organización. «Queen Maverick», su otro alias,
y se defendió de las acusaciones de varias testigos protegidos que
denunciaron amenazas y coacciones. «Cuando estoy enfadada hablo muy mal,
pero luego no hago nada». De todas formas, la «reina de las chicas» opinó
que los «Latin Kings» es una organización machista, donde siempre primaba
la decisión de los chicos. Según la «Madrina» tanto ella como el resto de
las «niñas» que formaban parte de la banda se mantenían al margen de las
acciones de los «reyes». «Nunca he visto ni una paliza ni un acto
violento», dijo al ser preguntada. Aun así , rompió su relación de amistad
con el «Padrino» porque se enteró de que había violado a una chica. «Me
mintió sobre por qué estaba en prisión. Y yo, lo primero, soy mujer»,
concluyó. Con respecto a la cuota que todos los miembros tenían que pagar
(2 euros), se utilizaba para comprar cestas de comida y pañales para los
bebés.

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