pamplona. Sos Racismo recibió en su oficina de Pamplona durante el año 2006 un total de 81 quejas y denuncias de inmigrantes y de personas gitanas (dos casos) por hechos discriminatorios que afectaron a un total de 150 personas que, en su mayoría, se encuentran en situación regular y son autóctonas. Así lo indicaron ayer las representantes de Sos Racismo. La portavoz de Sos Racismo instó a las instituciones públicas a acometer medidas para que estas situaciones “no se repitan”.

Marta Pérez y Ainara Santaquiteria atribuyeron el escaso número de denuncias y que éstas sean de personas en situación regular al “miedo a denunciar que tienen las personas que carecen de papeles por el riesgo de ser expulsados”. De las reclamaciones presentadas, 42 las formularon inmigrantes con papeles (latinoaméricanos en su mayoría), 30 de Navarra y 9 sin papeles. Del total, 52 fueron mujeres y 29 hombres, todo ellos residentes en Pamplona y su comarca.

Las denuncias sobre los medios de comunicación (un 24,7%) tienen que ver con los estereotipos sobre personas gitanas e inmigrantes, titulares de noticias sensacionalistas o anuncios en medios de prensa que excluyen a personas extranjeras. Precisó que tiene especial significación “al ser los medios de comunicación agentes de transmisión de valores y generadores de opinión”.

En el apartado laboral, destacaron que las quejas se refieren a situaciones de explotación en el servicio doméstico, fundamentalmente entre las mujeres que trabajan como internas en domicilios, así como a impagos y malas condiciones de trabajo, con horarios excesivos, problemas que se derivan en muchas ocasiones de la situación no regular de los inmigrantes y que aprovechan los contratadores. Sobre los temas policiales, se registraron denuncias por abusos de poder, insultos y agresiones físicas, quejas que, en su mayoría, no se llevan por la vía judicial por negativa de los demandantes.

Sos Racismo contabilizó 10 reclamaciones sobre agresiones verbales o físicas, “sobre lo que hay que trabajar para atajar el racismo social”, apuntaron. Las quejas sobre vivienda se relacionan con las “dificultades” para encontrar pisos por la “grave discriminación sistemática”, los precios abusivos y hacinamiento, situaciones que “pueden provocar una fractura social al competir por un recurso escaso”. Hay quejas por la escasez de recursos materiales y humanos en servicios sanitarios, “que no cuentan con mediadores ni traductores”, aunque valoraron los esfuerzos que se están haciendo en este campo, en educativos y por los “larguísimos” tiempos de espera para gestiones administrativas.