Los líderes de los Latin King dicen al juez que luchan contra el racismo

El País, Á. CORCUERA, 04-05-2007

El juicio contra 14 miembros de los Latin King acusados de asociación ilícita, coacciones y amenazas empezó ayer en la Audiencia Provincial de Madrid, con la comparecencia de los tres presuntos cabecillas de la organización en España: Eric Javier Velastegui, José Fabricio Icaza y María Torres. Todos admitieron pertenecer o haber pertenecido a la banda, pero negaron, sin embargo, que los Latin King sean una organización violenta. Aseguraron que se trata de una asociación de personas latinas que defienden la cultura y luchan contra el racismo en España. El fiscal solicita siete años para Velastegui e Icaza y nueve para Torres. La acusación pide para el resto de acusados de tres años y nueve meses a ocho años de cárcel.

Eric Velastegui, ecuatoriano y actualmente preso por violación, negó haber ordenado dar palizas a los disidentes de la banda. “Prohibimos cualquier agresión verbal o física”, declaró Velastegui, conocido como King Wolverine. Según dijo, la banda se dedicaba “a limpiar algún parque, a hacer ejercicio…”. Velastegui es considerado el fundador de los Latin King en España, en febrero de 2000, junto a María Torres, española conocida en la organización como

la madrina o Queen Maverick

y José Fabricio Icaza, King Baby Black o El Príncipe.

Respecto a la relación entre los Latin King y los Ñetas, Icaza declaró tener “muchísimos amigos” en la banda rival. Lo mismo aseguró Velastegui. “Son amigos míos”, dijo. “Puede que alguno haya tenido un problema puntual en una discoteca, pero no sé qué pasó…”, añadió. Sin embargo, Ñetas y Latin King son enemigos reconocidos y el dominio territorial suele ser el motivo principal del enfrentamiento entre ambos.

Torres, la única española encausada y “la primera mujer que entró en los latin de España”, según su propia declaración, explicó durante el juicio que decidió abandonar la organización en 2001, un año después de ingresar. “No me gustaba el cariz que estaban tomando las cosas. Era obligatorio acudir a las reuniones”, dijo. Torres negó haber “visto nunca una paliza”.

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