Los «sin papeles» de EE.UU. se vuelven a lanzar a las calles

ABC, 02-05-2007

PEDRO RODRÍGUEZ. CORRESPONSAL

WASHINGTON. Cientos de miles de inmigrantes ilegales, en su mayoría hispanos, han vuelto a protagonizar de costa a costa grandes manifestaciones pacíficas en las ciudades de Estados Unidos para reclamar una vía de salida para su condición de «sin papeles». Todo dentro de un clima de creciente frustración por el aumento de las redadas, deportaciones y controles fronterizos acometidos por la Administración Bush.

Las protestas del primero de mayo – acompañadas por boicots económicos, suspensión de actividades escolares y la consigna de «sí se puede» – han sido presentadas como un esfuerzo para conseguir la pronta aprobación de una reforma de inmigración que saque a la luz a los estimados doce millones de inmigrantes acumulados por Estados Unidos desde la gran amnistía concedida en los años ochenta durante la Administración Reagan.

El gran obstáculo se centra esta vez en la cercanía del calendario electoral de las presidenciales del 2008, con la casi natural tentación de arrinconar esta asignatura pendiente especialmente emocional y complicada para la política estadounidense. Según explicaba ayer Angélica Sala, directora de la Coalición para Derechos Humanos de Inmigrantes, «si no actuamos, tanto los demócratas como los republicanos van a volver a instalarse en sus zonas de confort sin hacer nada, sin tener la valentía necesaria para resolver la situación ».

Con todo, el número de manifestantes reunidos ayer, aunque bastante significativo, no ha llegado al histórico volumen alcanzado el año pasado. Un factor decisivo habría sido el aumento en deportaciones, 221.664 durante el 2006, con un impacto especialmente doloroso para familias de indocumentados pero con hijos nacidos en Estados Unidos.

La Administración Bush, que en la anterior legislatura se enfrentó a la bloqueadora oposición dentro del Partido Republicano para abrir una vía reguladora, ha vuelto a la carga en marzo con una propuesta considerada como excesivamente restrictiva, al incorporar fuertes multas, la obligación de volver al país de origen y visados temporales de trabajo sin derecho a ciudadanía.

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