El Departamento dirigido por Tontxu Campos planea seguir el modelo catalán para equilibrar la situación

donostia . El sistema de modelos lingüísticos, la agrupación de las residencias de las familias inmigrantes en las mismas zonas, la gratuidad de la escuela pública… son algunas de las causas que han llevado a la concentración de alumnos extranjeros en algunos centros de la CAV. El Gobierno Vasco, consciente del riesgo de que algunas instituciones educativas se conviertan en guetos marginales, prepara una batería de medidas encaminadas a evitar que la tasa de inmigrantes supere el 30% en los colegios vascos, lo que implicaría que media docena de centros guipuzcoanos no podría admitir a más escolares con ese perfil.

“A partir de ese porcentaje el 30% el aula no es gestionable, es impensable”, reconocen desde la consejería dirigida por Tontxu Campos. “El número de inmigrantes no debe excederse de un tope y, para ello, deben repartirse entre la red pública y concertada”, añaden.

En la actualidad, en la CAV existen 53 centros en los que al menos una cuarta parte del alumnado es inmigrante, seis de los cuales se encuentran en Gipuzkoa. Se trata de los colegios La Inmaculada de Hernani, San José y Bidebieta de Donostia y otros dos centros de Bidasoa-Txingudi, según recoge un informe del Consejo Escolar. Cuatro de ellos se encuentran en la franja que va desde el 20% al 40%, por lo que se encontrarían en el límite que prevé establecer Educación en cuanto a matrículas de escolares de origen extranjero, mientras que sólo un par presentan porcentajes superiores al 40%. Estos últimos están situados en la capital.

Sin embargo, en números globales, las tasas no son especialmente llamativas. En junio de 2006, el colectivo inmigrante conformaba ya el 4,7% del total de alumnos de 3 a 19 años en el conjunto de la CAV, según revelan desde el Consejo Escolar. En Gipuzkoa, los datos son inferiores, ya que este colectivo está formado por 3.000 alumnos de los 96.000 totales, es decir, el 3,2%.

A pesar de que estas cifras absolutas parecen poco relevantes, lo que sí existe es un desequilibrio. Concretamente, el porcentaje de estudiantes inmigrantes en la red pública es del 8%, mientras que esa proporción no llega al 4% en la concertada. Asimismo, el modelo A (exclusivamente en castellano) es elegido mayoritariamente por las familias provenientes de otros países. Por ello, las aulas con el modelo de castellano en los colegios e institutos públicos reciben a una media del 41% de alumnos extranjeros.

planificación “integral” Se trata, por lo tanto, de una tasa que está por encima de lo que el Gobierno Vasco considera “gestionable”. Asimismo, hay algunas escuelas en las que la tasa llega a superar el 80%, como ocurre en el conocido caso del colegio San José de la capital guipuzcoana. En algunos centros del Casco Viejo de Vitoria, así como en Leioa o en Getxo (Bizkaia) también se viven situaciones y circunstancias similares.

Desde la asociación Baikara, que representa a padres y madres de la red educativa pública guipuzcoana, reclaman una planificación más integral en la enseñanza y, para evitar la concentración de alumnos con menos recursos en determinados centros públicos, piden también que se conciencie a los colegios e ikastolas privadas para que adopten vías que les lleven a aceptar a más estudiantes del colectivo inmigrante.

Es por ello que el próximo Plan de Acogida al Alumnado Inmigrante que está preparando el Gobierno Vasco pretende establecer medidas para acabar con el grave desequilibrio entre los colegios públicos y privados. A falta de consensuar las acciones concretas que tratará de compensar los números, Educación adelanta que la referencia a seguir es Cataluña. “Tenemos que fiarnos de experiencias similares, aunque sabemos que allí no tienen los problemas de los modelos lingüísticos y que la inmigración es más cuantiosa que aquí”, comentan.

Con respecto a los plazos para aplicar la búsqueda de estos ratios, anuncian que el nuevo plan estará finalizado para el mes de junio. De esta manera, si se cumplen las previsiones de Educación, las nuevas medidas entrarán en vigor en el próximo curso 2007-2008.

Elegir con libertad el centro y el tipo de estudios que se quiere ofrecer a los hijos es un derecho de todas las familias que choca directamente con las medidas que buscan equilibrar el número de extranjeros entre los colegios públicos y privados. “No pretendemos conculcar la libertad de opción de los padres, pero tampoco podemos permitir que un centro deje de ser gestionable, eso tampoco sería razonable”, apuntan desde el Gobierno Vasco. ¿Cómo conciliar ambas opciones? En Educación saben que el camino no es fácil. “Al final vamos a tener que inventar la cuadratura del círculo”.