Los nuevos habitantes de Catalunya se van incorporando a sus derechos y deberes ciudadanos. El aumento de la inmigración de los últimos años se notó ya en el 2006 en las donaciones de sangre, pues un 2% de ellas procedía de inmigrantes, explicaron ayer la consellera de Salut, Marina Geli, y el director del Banc de Sang i Teixits, Ramon Pla.

Las donaciones, que suministran sangre a 107 centros sanitarios catalanes sumaron 271.448 y aumentaron un 4,1% respecto al 2005 (10.840 bolsas más) – aunque teniendo en cuenta el aumento de población, el índice de donaciones sólo creció un 2,1%-. El promedio de donaciones se situó en 38 por cada mil habitantes – en Lleida hay hasta 55 donaciones por mil y en el área metropolitana de Barcelona, 35-. El objetivo, que se propone alcanzar en el 2011, sigue siendo llegar a 45, lo que permitiría que Catalunya fuera autosuficiente en derivados de plasma como ya lo es en el resto de los componentes. No lo es todavía en gammaglobulina, de la que el 45% que se usa se debe comprar.

Marc Ibars, presidente de la Federació de Donadors de Sang, apuntó que deben aumentar las donaciones un 4% cada año. Para el 2007, se necesitarían 280.000 para cubrir las necesidades mínimas y que sean donaciones regulares todo el año: entre 22.000 y 25.000 al mes.

Salut seguirá promocionando la donación entre inmigrantes. Dar cabida a donaciones de personas originarias de países en desarrollo o tropicales ha obligado a introducir entre los análisis de seguridad de la sangre pruebas para descartar enfermedades usuales en esos países, como el mal de chagas (que causa un parásito). Este año también se han introducido análisis para descartar la malaria y algunos virus.

Dos de cada tres donaciones se hacen en las unidades móviles que recorren Catalunya. Geli e Ibars expresaron su confianza con que aumenten con una mayor apuesta por las estrategias locales. También se espera alentarlas con la incorporación de las asociaciones de donantes en los gobiernos locales de salud, más campañas, un convenio que se ha firmado con la Federació Catalana de Futbol y campañas pedagógicas entre escolares y de fomento de la donación en las universidades. Además, se ha firmado un acuerdo de colaboración con Creu Roja.

Algunos centros sanitarios fomentan igualmente la donación por el propio paciente (por ejemplo, antes de someterse a una operación). El año pasado hubo 1.500 autodonaciones (no añadidas a la anterior cifra de donaciones), una suma superior a la media española, según Pla.

Pasado el verano, se empezará a repartir un nuevo carnet de donante, en formato de tarjeta magnética. En Catalunya hay 500.000 donantes activos (han donado en los últimos dos años) y 400.000 personas más han donado alguna vez.