Una nueva tragedia han vivido los 67 inmigrantes que en la noche del miércoles arribaron al puerto de Los Cristianos, en el sur de Tenerife, tras diez días de navegación y en el que se han dejado la vida al menos dos personas, aunque parece que otras dos murieron durante la travesía y sus cuerpos fueron arrojados al mar.

La embarcación llegó al puerto con un inmigrante fallecido y otro expiró poco después, a pesar de los esfuerzos realizados por los servicios de emergencia. Entre los 67 inmigrantes podría haber dos menores de edad.

El cayuco llegó a la playa de Archile y allí mismo comenzaron las labores de identificación que permitieron concluir que todos son subsaharianos. Algunos presentaban problemas de hipotermina y deshidratación, pero en poco tiempo se recuperaron.

La patera tiene unos diecisiete metros de eslora, 2,5 metros de ancho y 1,5 de alto, y en su interior se contabilizaron hasta 11 bidones de combustible, todos vacíos. La embarcación llegó hasta la playa por sus propios medios y sin que fuera detectado por ningún radar.

Los cuerpos de los dos inmigrantes fallecidos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense, mientras que los 67 restantes fueron trasladados a la comisaría de la policía en Playa de las Américas para ser fichados.

Fin del sueño

Mientras tanto, el sueño de tener una vida mejor en Europa que albergaban 89 jóvenes procedentes de varios países del África subsahariana terminó ayer en Dakar, adonde llegaron a bordo del buque hospital ‘Esperanza del Mar’.

Los inmigrantes ilegales, que fueron rescatados el pasado lunes por el pesquero español ‘Segundo San Rafael’ de un cayuco a la deriva frente a las costas de Mauritania y transbordados luego al buque hospital español, llegaron a las 09.30 GMT al puerto de la capital senegalesa, donde las autoridades locales los recibieron en medio de un notable dispositivo sanitario y de seguridad.

El buque español llevaba también los cadáveres de dos inmigrantes fallecidos en alta mar. Los dos cadáveres han sido depositados en el tanatorio del puerto.

Los primeros en desembarcar fueron seis jóvenes que presentaban heridas graves y que fueron trasladados a un hospital, al igual que otros siete también heridos leves. Los demás integrantes del grupo de inmigrantes ilegales desembarcaron por sus propios medios y fueron conducidos en autobuses a la comisaría de la terminal portuaria.

El portavoz de la Dirección General de Seguridad de Senegal, coronel Alioune Ndiaye, subrayó que estos últimos permanecerán detenidos el tiempo que sea necesario para llevar a cabo las investigaciones que permitan determinar sus nacionalidades y aclarar el origen del cayuco en el que emprendieron el frustrado viaje. Al parecer, los jóvenes habían partido con destino a Canarias desde una localidad pesquera de Senegal.

Bajo un puente

La Policía Nacional de Ceuta interceptó en la medianoche de ayer a un grupo de 12 inmigrantes, entre ellos cuatro mujeres, cuando estaban escondidos bajo un puente situado junto a la playa a la espera de embarcar en una patera para cruzar el Estrecho. Todos carecían de documentación para estar legalmente en el territorio español.

La operación policial se llevó a cabo al tener información de la salida inminente de una patera desde las playas de Calamocarro o Benzú, próximas a la frontera norte con Marruecos. Diez de los detenidos procedían de Marruecos, uno de Argelia y otro de Palestina.

Además, otros cuatro inmigrantes magrebíes fueron interceptados en la madrugada de ayer en las inmediaciones de un buque mercante que estaba atracado en el puerto de Ceuta, cuando se disponían a introducirse en el barco para viajar como polizones.

Por último, Salvamento Marítimo de Almería recibió ayer por la tarde la llamada de un mercante alertando de la presencia de una patera con un número indeterminado de inmigrantes al sur de la isla de Alborán (Almería).