Durante el rescate del pesquero vigués murieron varios inmigrantes

La Voz de Galicia, E. V. Pita / X. Fernández, 27-04-2007

«Fue un episodio duro con escenas de pánico a bordo». Así resumía ayer el armador de Vieirasa, Eduardo Vieira, el rescate practicado por la tripulación del Segundo San Rafael de 91 inmigrantes cuyo cayuco corría peligro de hundirse en alta mar, a la altura de Mauritania. El patrón del pesquero cefalopodero vigués, José Luis, relató por teléfono vía satélite al empresario que la experiencia fue «muy dura» porque en el transcurso del rescate varios náufragos cayeron al mar «y ya no pudieron ser recuperados».


Vieira conoció el hallazgo del cayuco cuando iba a embarcar en su avión en un viaje de negocios y dio vía libre a la intervención humanitaria, «sin que hubiese riesgo para nuestra gente». «La empresa sabía que sólo había una elección que tomar y que era ayudar», afirmaba ayer Vieira a La Voz.


El presidente de Vieirasa admitió que la tripulación no tenía experiencia en estas acciones de extremo riesgo, más cuando la zona era azotada por un temporal. Comenta que «incluso hubo escenas de pánico», lógicas en estas circunstancias. «La situación era muy mala y motivó que se produjesen bajas cuando intentaban subir a todos los náufragos», según le contó el patrón.


Felicitó a sus hombres porque realizaron una «labor humanitaria importante» y explicó que el capitán y la empresa decidieron guardar silencio por una cuestión de conciencia. «Ellos están cansados de su trabajo y quieren descansar», explicó Vieira.


El patrón comunicó que los 17 tripulantes estaban bien y que continuarían faenando en la zona. El pesquero, con base en Las Palmas y tripulantes de Vigo, O Morrazo y Barbanza, continuará durante cuatro meses en esa zona de pesca mediante un acuerdo económico de la UE y Mauritania.


El barco hospital Esperanza del Mar concluyó ayer el traslado de los náufragos rescatados por el Segundo San Rafael a Senegal. A primera hora de la mañana llegaban al puerto de Dakar, donde fueron recibidos por diplomáticos y personal de la Cruz Roja.


Amputaciones


El jefe de la delegación española del cuerpo humanitario en Senegal, Daniel Bolaños, contaba a La Voz que «el estado anímico de los rescatados era muy bajo». Enseguida fueron atendidos por los servicios sanitarios y seis de ellos tuvieron que ser trasladados a un hospital en estado grave. «Algunos hablaban de amputaciones» que habrían sufrido durante el angustioso rescate, confirmaba Bolaños.


Las autoridades senegalesas alojaron a los supervivientes que no presentaban heridas importantes en un centro improvisado en el puerto de Dakar. Hasta allí acudió personal de la Oficina Internacional de las Migraciones (con representación española) para asegurar el buen trato a los subsaharianos. La procedencia exacta de los náufragos aún no se sabe.

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