SAN SEBASTIÁN. DV. La Audiencia de Gipuzkoa condenó ayer a dos años de prisión a un transportista portugués por favorecer la inmigración ilegal. El acusado fue detenido hace dos años en la frontera de Irun cuando pretendía introducir en España a seis inmigrantes guineanos.

Los hechos que fueron enjuiciados en la Sección Primera de la Audiencia guipuzcoana tuvieron lugar el 3 de mayo de 2005 cuando el acusado, Joao M. F., de 55 años, se encontraba en el área de servicio de Cestas, en Burdeos, accedió a llevar en su vehículo, una furgoneta marca Iveco, a un súbdito de nacionalidad guineana que pretendía atravesar la frontera de España oculto en el transporte.

Aquel mismo día, en un lugar próximo a dicha zona de servicio, acordó transportar en su furgoneta a otras cuatro personas de Guinea Conakri así como a otro inmigrante de Guinea Bissau. La resolución precisa que que por el traslado el transportista portugués cobró una cantidad de dinero que no ha podido ser determinada.

El inculpado condujo hasta la frontera y sobre las tres y media de la madrugada llegó al puente de Behobia de Irun, donde agentes del Cuerpo Nacional de Policía realizaban un control de los vehículos que procedían de Francia. Los funcionarios policiales identificaron al conductor y procedieron a registrar el interior de la furgoneta, donde localizaron e identificaron a los inmigrantes ilegales. Los policías hallaron en poder del conductor 3.550 euros y 3.130 francos suizos, cantidades que presumiblemente el acusado había percibido de las personas que transportaba.

En su escrito de calificación provisional, el fiscal imputó al acusado un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal, por el que solicitaba una condena de seis años de cárcel. Ayer, sin embargo, el ministerio público rebajó la solicitud de pena a dos años, tras lo cual el acusado mostró su conformidad. El tribunal dicto in voce la sentencia condenatoria.

Absuelto de abusos. Un hombre, que fue acusado por su ex esposa de abusar de la hija de ambos cuando ésta tenía cuatro años, ha sido absuelto por falta de pruebas, a pesar de que su ex compañera solicitó durante el juicio que fuera condenado a tres años de prisión. La magistrada de Penal número 3 de San Sebastián coincide en su sentencia con el criterio del fiscal – quien no presentó acusación alguna en el caso – , al considerar que «la debilidad de las testificales» incriminatorias de la madre y de los abuelos maternos de la menor no permiten «llegar al pleno convencimiento» de que el acusado «cometiera los hechos» que se le imputan, informa Efe. Explica que el hombre siempre ha negado «de manera persistente» y «con total rotundidad» haber abusado de su hija. En la vista, la madre aseguró que una noche de la primavera de 2002 sorprendió a su marido «desnudo, masturbándose en la cama junto a la niña».