CARMEN ECHARRI

CEUTA. Agentes de la Guardia Civil detuvieron en la mañana de ayer a 62 inmigrantes marroquíes que se encontraban asentados en las escolleras del puerto ceutí con la pretensión de embarcar de manera clandestina en alguno de los ferry que cubre la línea con la Península. 33 de estos inmigrantes fueron localizados en las escolleras mientras que el resto estaban ocultos en la zona de embarque preparados para introducirse en alguno de los camiones que espera para introducirse en los barcos.

Esta operación especial obedece a la ristra de controles que ha puesto en marcha la Delegación del Gobierno en respuesta a las críticas recibidas por los asentamientos de clandestinos existentes en el puerto, que ha motivado las quejas tanto de los sindicatos como de la propia Policía del Puerto, dado el clima de inseguridad imperante en la zona.

De hecho la propia Delegación ha reconocido la existencia de casi 200 inmigrantes en esta zona pero también asume la falta de medios, ya que en buena parte se trata de argelinos que, una vez detenidos, no son admitidos en la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos, por lo que deben ser puestos, de nuevo, en libertad. Por contra, los inmigrantes marroquíes que sí son rechazados vuelven a introducirse legalmente en la ciudad, empleando para ello su propia documentación que, una vez en Ceuta, entregan a otros compatriotas para hacerse pasar por clandestinos sin papeles y dedicarse a la práctica de delitos.

Siete de los detenidos en la redada de ayer eran menores, por lo que ingresaran en el centro de acogida de La Esperanza mientras que el resto han sido entregados a la Policía para intentar su repatriación.