pamplona. Una operación antidrogada desarrollada conjuntamente por la Guardia Civil y la Policía Municipal de Pamplona ha permitido desarticular una red dedicada al trapicheo que operaba en la capital y su comarca, así como en Alsasua y otras localidades de Sakana. La actuación policial se ha saldado con el arresto de diez personas y la incautación de 5.747 dosis de cocaína, hachís y marihuana.

La intervención policial fue hecha pública ayer por el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, junto con el concejal delegado de Protección Ciudadana de Pamplona, Eradio Ezpeleta, el coronel jefe de la Guardia Civil, Luis Iglesias, y el jefe de la Policía Municipal de Pamplona, Simón Santamaría, quienes coincidieron al destacar la colaboración y coordinación existente entre ambos cuerpos policiales.

Al respecto, Ripa calificó laoperación Rastro , sobrenombre con el que se ha denominado la actuación, como “el paradigma de la colaboración entre cuerpos que dependen de administraciones distintas, anteponiendo a cualquier consideración el interés general de la ciudadanía”, por lo que subrayó que esta “colaboración ejemplar” debe ser “la pauta a seguir” desde “una lealtad garantizada y la corresponsabilidad efectiva” .

La investigación comenzó a mediados de noviembre a raíz de la denuncia que presentó un ciudadano ante la Policía Municipal de Pamplona. De su testimonio se obtuvieron indicios de la existencia de una organización dedicada a la venta de sustancias estupefacientes y psicotrópicas en Pamplona, con derivaciones en su cuenca y en Sakana.

De este modo se puso en marcha la operación Rastro , que en su primera fase ahora cerrada, se ha saldado con la detención de diez varones entre enero y marzo acusados de un supuesto delito de tráfico de drogas. Se trata de cinco navarros, un ecuatoriano, tres súbditos de la República Dominicana y un marroquí, con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años. De ellos, tres son vecinos de Ansoáin, dos de Alsasua, dos de Pamplona, y otres tres residen en Tafalla, Barañáin e Irún.

nueve registros Dentre de la operación se han realizado un total de nueve registros en domicilios y trasteros de Pamplona, Alsasua, Ansoáin, Tafalla e Irún, y se ha desmantelado un laboratorio en el barrio pamplonés de Buztintxuri donde se manipulaba y trataba la droga para su posterior distribución.

Fruto de los registros, los agentes se incautaron de 2.026 dosis de cocaína, 3.140 de hachís y 581 de marihuana. Asimismo, se intervinieron tres vehículos de gama media, 10.000 euros en metálico, 35 teléfonos móviles, tres básculas de precisión y diversos utensilios.

El delegado del Gobierno quiso destacar “la dificultad” que se han encontrado los agentes intervinientes por las “grandes medidas de seguridad” que adoptaba la red, tales como el transporte de estupefacientes siempre ocultos en habitáculos camuflados de vehículos. Además, las investigaciones, añadió Ripa, permitieron comprobar que se trataba de un grupo “perfectamente estructurado en la recepción, preparación, distribución y venta de droga”.

Con esta operación, concluyó Ripa, se ha conseguido cortar el flujo de distribución de droga en Pamplona y su comarca y, además, se ha desactivado la principal red de trapicheo en Sakana, una zona en la que hasta ahora no se habían logrado “operaciones tan exitosas” como en la Zona Media y la Ribera.

Al margen de esta actuación, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han desarticulado en los tres primeros meses de 2007 otras tantas redes de distribución de estupefacientes, con la detención de 34 personas y la desactivación de nueve laboratorios.