“El sistema argentino es monocultural y racista”

¿Cuál es el papel de la Confederación de Organizaciones Mapuches?

La Confederación lleva a cabo un proyecto de organización, recuperación y fortalecimiento de nuestra institucionalidad y una demanda fuerte hacia el Estado, de cumplimiento de nuestros derechos, que están reconocidos hoy por la Constitución Nacional y por la Constitución Provincial. Además, el Estado ha ratificado instrumentos internacionales, como el Convenio 169 de la OIT, de Naciones Unidas, o el Convenio sobre Diversidad Biológica. La lucha constante de la Confederación es que esos derechos sean aplicados a nivel interno y que esa aplicación sea discutida y acordada con los mapuches.

Varios movimientos de minorías culturales presentes en otras partes del mundo reclaman su propio Estado. ¿Lo hacen ustedes también?

Esto lo asumimos como distintas estrategias que tienen las naciones originarias. Son válidas según el contexto en el que se vivan, y somos respetuosos con las definiciones políticas de otras naciones originarias. El planteamiento concreto que hace el pueblo mapuche es una transformación estructural del Estado. El Estado argentino está organizado a partir de un sistema monocultural y racista. Nosotros planteamos que tiene que asumir la diversidad cultural que contiene dentro de la República. El planteamiento de los pueblos originarios de Argentina es el reconocimiento de la autonomía para generar condiciones de interculturalidad dentro del Estado argentino.

¿Cuenta Repsol YPF con mano de obra mapuche?

Hay un porcentaje importante de mapuches, y la gran mayoría de ellos son mapuches que no han asumido su identidad. Son, más que nada, un obrero dentro de una empresa, una mano de obra barata, que es lo que necesitan ellos.

¿Produce confrontación entre los propios mapuches esta situación?

No, esto no significa una confrontación interna porque se asume que la situación de empobrecimiento en la que nos ha dejado la política del Estado, nos obliga a generar condiciones de búsqueda de mejora de la calidad de vida donde quiera que sea, inclusive dentro de las propias petroleras.

¿Sería una solución la relocalización de las comunidades mapuches?

No es la solución. El territorio donde la comunidad siempre existió es su lugar de origen y es el que le da identidad. Si la comunidad se va de ese territorio, deja de ser esa comunidad.

Piden que se respete su cosmovisión. ¿En qué consiste?

Se centra en asumir que somos parte de la biodiversidad. Ni somos los dueños, ni somos sus hijos… somos parte de ella. Como hombres, debemos intentar que esté en equilibrio.

¿Piensan abrir nuevos frentes de reivindicación próximamente?