EL RETO DE LA INMIGRACION
El inmigrante gasta poco en sanidad
Un estudio en el hospital del Mar indica que el extranjero prefiere urgencias al CAP. Un estudio sobre 165.267 visitas a urgencias del hospital del Mar entre el 2002 y el 2003 revela que un 15,5% de las visitas son de inmigrantes, pero su gasto es sólo del 10,2%
La Vanguardia, , 28-03-2007La ecuación inmigrante = peor situación económica = mayor consumo de recursos sanitarios no parece ajustarse a la realidad catalana. Un estudio que acaban de publicar seis médicos en la revista BMC Health Services Research,tras analizar nada menos que 165.267 visitas a urgencias del hospital del Mar de Barcelona, determina que los inmigrantes acuden menos a los servicios médicos y gastan menos que los autóctonos.
Las causas de que el impacto de los inmigrantes sobre la sanidad sea menor que el del resto de los residentes se explica por la edad y las diferencias socioculturales. Los inmigrantes que han llegado en los últimos años son mucho más jóvenes que el conjunto de la población catalana, lo que se traduce en que el 65% de sus visitas a urgencias está relacionado con la pediatría o la ginecología. Pero también tienen unos hábitos sanitarios que se traducen en un uso más intensivo de las urgencias que de los centros de atención primaria (CAP). El bajo coste de los servicios de urgencias dispensados a estos inmigrantes se explica por el carácter banal de muchas de estas visitas. Para Òscar Garcia Algar, profesor asociado médico laboral del departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología y Medicina Preventiva de la Universitat Autònoma y uno de los autores del estudio, “está claro que los inmigrantes utilizan los servicios de urgencias más de lo necesario, incluso de forma inadecuada, porque creen que es más rápido y no entienden que el servicio es para emergencias, como puede ser un accidente”.
El estudio ha sido elaborado por los doctores Francesc Cots, Xavier Castells, Òscar Garcia, Marta Riu, Aida Felipe y Oriol Vall, que pertenecen al servicio pediátrico del Institut Municipal d´Assistència Sanitària (IMAS) de Barcelona y a la Unitat de Recerca de la Infància del Institut Municipal d´Investigació Mèdica (IMIM-IMAS) de Barcelona. En su artículo, analizan las urgencias del 2002 y el 2003, y explican que la diferencia de costes en los ingresos de urgencias se explica por la menor complejidad de los ingresados cuando se trata de inmigrantes. Ante cualquier eventualidad, aunque se trate de una simple gripe, el inmigrante tiende a ir a urgencias. Hay que tener en cuenta que en urgencias no se pide nitan siquiera la tarjeta sanitaria que es necesaria para los CAP (excepto en embarazadas y niños). El coste medio de un ingreso de urgencias de un inmigrante es de 7,2 euros por persona, mientras que en los autóctonos, y también entre los extranjeros europeos, es de 11,6 euros. Pero estos datos también confirman que los inmigrantes son en general jóvenes y están por lo tanto más sanos que los autóctonos.
La variable de la edad diferencia claramente a los usuarios de urgencias del hospital del Mar. El 38,9% de los residentes con nacionalidad española que van a urgencias son mayores de 50 años, mientras que entre los inmigrantes sólo el 6,1% superan esa edad. En cambio hay prácticamente equilibrio en la proporción de jóvenes menores de 16 años. La diferencia de edad explica que los autóctonos utilicen mucho más los servicios de cirugía y por el contrario los inmigrantes demandan más los servicios de ginecología. Cuando hace cinco años tres de los autores del estudio ya publicaron otro en Gaceta Sanitaria (2002) señalaron que “la pirámide de edad de la población hospitalaria inmigrante recompone la envejecida estructura de los pacientes autóctonos y plantea la necesidad de recuperar el mayor peso de los servicios de ginecología-obstetricia y pediatría”. En aquel momento se analizaron los datos de altas del hospital del Mar en 2000 y se detectó que los pacientes extranjeros eran el 9.1% del total y los procedentes de países de renta baja eran el 7,7% y con una media de edad de 27,5 años. Los pacientes autóctonos presentaban una media de 54,5 años. En tan sólo cuatro años, la población inmigrante ha doblado su presencia en los servicios de urgencia de ese mismo hospital y la alerta que entonces se daba parece más actual que nunca.
Los costes de las visitas de urgencia hospitalaria de los inmigrntes de países de renta baja son menores que las de los autóctonos en todas las especialidades menos en las de obstetricia. Los autores lo explican porque esas mujeres sustituyen el seguimiento del embarazo en los CAP por visitas esporádicas a urgencias. “Esto supone – dicen en las conclusiones- un coste más alto de estas visitas, y también incrementará el coste de la atención hospitalaria del recién nacido en el periodo inmediato psoterior al parto”.
De todos los colectivos, el de la Europa del Este es el que tiene un coste medio más bajo (6,7 euros), casi la mitad de lo que cuesta el ingreso de un autóctono.
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