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Educación autoriza a la niña colombiana desviada a una ikastola a que se matricule en un modelo A

Afirma que «procura» que los inmigrantes estudien en euskera El Departamento ha recibido otras dieciséis reclamaciones de familias

Diario Vasco, MARTA FDEZ. VALLEJO/, 28-03-2007

BILBAO. DV. El Departamento de Educación explicó ayer, a través de un comunicado, su actuación en el caso de la niña colombiana de cuatro años a la que se envió a una ikastola de Portugalete en contra de los deseos de sus padres. La pequeña, finalmente, podrá matricularse en la escuela de enseñanza en castellano elegida por su familia, tras recibir la autorización del delegado de Educación en Vizcaya.

Los responsables de la Consejería sostienen que la comisión de escolarización «procura, siempre que exista la posibilidad y no haya indicación expresa de modelo y centro», que los niños inmigrantes menores de seis años se escolaricen en los modelos B y D, mientras que en Primaria y Secundaria (de 6 a 12 años y de 12 a 16) se intenta que sigan sus estudios en el idioma en el que estaban escolarizados. El 49,3% del alumnado inmigrante que ha llegado este curso fuera de plazo en Vizcaya ha sido escolarizado en el modelo A.

El escrito remitido por el Departamento de Educación aclara que en la solicitud de matriculación que hicieron los padres en el Colegio Público Ruperto Medina de Portugalete «no consta petición expresa de modelo A», aunque los responsables de Educación evitan mencionar que en el citado centro sólo se imparten clases en castellano, lo que hacía innecesario cualquier tipo de aclaración.

Criterios de admisión

La admisión de alumnos tanto en la red pública como en la concertada se regula anualmente por «orden del consejero» en las mismas condiciones para todos los alumnos y centros. Educación insiste en que las familias pueden elegir libremente el colegio que deseen siempre que haya plazas. En el caso de los alumnos inmigrantes, la Consejería reconoce que es la comisión de escolarización la que determina dónde se matriculan para evitar que los centros puedan rechazar la llegada de estos pequeños.

Hasta el momento esta comisión ha recibido dieciséis reclamaciones de padres inmigrantes que solicitaban para sus hijos un centro distinto del asignado por el grupo de técnicos de Educación. Las familias pedían un modelo lingüístico diferente, un colegio más próximo, otro de titularidad no religiosa, por ejemplo. «Todas las reclamaciones han sido tenidas en cuenta», indica el comunicado.

El colegio donde estudiará la niña colombiana tiene seis inmigrantes de un total de 55 alumnos inscritos en Infantil, mientras que en la ikastola donde pretendía desviarla Educación sólo hay un inmigrante entre los 318 niños de ese ciclo. Educación argumenta que no se puede evitar la concentración de inmigrantes en un centro si no se permite enviar alumnos de un colegio a otro.

La Consejería concluye que el caso de la niña colombiana se habría resuelto en apenas un día si su padre hubiera presentado una reclamación por escrito tras su entrevista en la Delegación de Vizcaya.

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