Transexuales y mujeres que trabajan en la calle son las más vulnerables a la violencia de género entre el colectivo de personas que ejerce la prostitución en Bizkaia, según un estudio realizado por Askabide, que incide en la importancia que está adquiriendo la inmigración.

Askabide, que lleva 22 años trabajando con las personas que se prostituyen en Bizkaia, ha realizado una investigación para conocer el alcance de la violencia de género entre una muestra de 409 personas, en su mayoría mujeres de 19 a 42 años, que ejercen en la calle, clubes, macroclubes y pisos, de las 713 que tiene censadas esta asociación.

Mujeres, hombres y transexuales sufren por igual esta violencia, aunque destacan las transexuales, que son el grupo «más veterano» en esta actividad con «nueve o más años de ejercicio» frente a los entre 1 y 3 que lleva el 58,8% de las mujeres, en su mayoría inmigrantes latinoamericanas sin papeles.

Desde Askabide destacan que de los datos extraídos no se puede desprender una relación directa entre el tiempo que se lleva ejerciendo y la concurrencia de situaciones de violencia. Sí tiene importancia en el conocimiento de recursos a donde dirigirse, pues sólo un 47,2% opta por denunciarlo y un 38,1% por dirigirse a los servicios sociales. Un 43% desconoce aún que existan asociaciones de apoyo. Un 79,2% de las prostitutas víctimas de agresión se inclina por contárselo a una compañera y otro 66,7% por hacerlo para tranquilizarse.

Las personas que trabajan en la calle son las que más han sufrido violencia física (39,4%), así como robos (39,4%) e insultos (51,5%). Las que lo hacen en clubes son las más amenazadas por la Policía (25,5%), sin olvidarse de los insultos (60,6%) e irse los clientes sin pagar (40,9%).

Entre las propuestas que se plantean para atajar los ataques, se encuentra la instalación de alarmas en las habitaciones (80,9%), telealarmas para las personas que ejercen la prostitución en la calle (79,7%), información en folletos (80%), cursos de defensa personal (71,9%) y la creación de un cuerpo policial específico (71,9%), aunque esta última idea levanta ciertas suspicacias, especialmente entre las inmigrantes sin papeles.

Otro dato recogido en la investigación es que el 19,15% de las personas que se prostituyen en Bizkaia trabaja las 24 horas del día y que un 10% no descansa ninguna jornada. Además, un 28% de la población encuestada por Askabide afirma que vive en el propio lugar de trabajo. Un 44% de las mujeres asegura que hace plaza, con lo que está tan sólo 21 días en un club o piso.

El 58,8% de las mujeres que se prostituyen en Bizkaia es inmigrante latinoamericana con unos niveles de escolarización bajos y llevan ejerciendo entre uno y tres años, según la encuesta de Askabide.