LA POLICÍA Nacional impidió ayer el desembarco de 86 bolivianos que viajaban en el crucero “Sinfonía”, que hizo escala en el puerto de la capital gaditana con 500 pasajeros a bordo y 200 tripulantes. Al parecer carecían de la documentación necesaria.

El barco, con bandera panameña, procedía de Fortaleza (Brasil) y había hecho escala en Tenerife, donde tampoco se les permitió el desembarco, según informó la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.

Tras no poder desembarcar en Cádiz, el buque zarpó del puerto gaditano en dirección a Valencia a las 13.10 horas de la tarde.

Aunque se desconocen las razones exactas para no permitir la entrada a estas personas en territorio estatal, fuentes policiales indicaron que se barajaban varias posibilidades, entre ellas que carecieran de la documentación necesaria, que hubiesen sido expulsados de territorio Schengen durante cinco años por estancia ilegal, que hubiesen sido detenidos por acciones delictivas en este territorio o que existiese contra ellos una reclamación judicial.

Barco de lujo

El barco, de 251 metros de eslora y bandera panameña, se encontraba desde el lunes fondeado en la Bahía de Cádiz. Fuentes cercanas a la polémica indicaron que varios periodistas fueron testigos de enormes reticencias por parte fr tripulación y pasaje a la hora de realizar grabaciones; reticencias que se convirtieron en imposibilidad física para realizar su trabajo ante la presencia policial en la escalera de acceso a la nave.

El buque, especialmente diseñado para realizar travesías transoceánicas, dispone de catorce plantas, muchas de ellas bautizadas con nombres tan rimbombantes como “Debussy”, “Sibelius”, “Bach” o “Mozart”.

Cabe significar que se trata de la primera visita al continente europeo del “Sinfonía” pues hasta esta ocasión sus trayectos se limitaban limitaban a la costa atlántica de Sudamérica, básicamente en la ruta de Buenos Aires a Brasil. Desde su partida en tierra brasileña, habían sido dieciocho días de crucero los que había tardado el barco en alcanza la costa europea.

Los cruceristas disponen en el “Sinfonía” de todo lujo, detalle y oferta de ocio pues dispone de cuatro restaurantes, tres salones de fiestas, varios cafés de distintos estilos y un teatro con aforo para 600 espectadores. Asimismo el buque ofrece servicios de carácter lúdico, como talasoterapia, jacuzzi, pared de escalada o grill al aire libre.