Cayucos de lujo

El Mundo, ANA DEL BARRIO, 28-03-2007

La Policía Nacional impide el desembarco en Cádiz de 86 bolivianos que viajaban en un crucero porque alega que no tenían la documentación en regla Del cayuco hemos dado el salto al barco de lujo, de una mísera barca de pesca hemos pasado a una embarcación con jacuzzi y sauna, de viajar hacinados unos encima de otros a emigrar en camarotes con todo tipo de confort.


Los caminos de la inmigración irregular no conocen límites y ahora cientos de bolivianos están utilizando un método para entrar en España hasta ahora innovador: el crucero. Los billetes de avión desde Santa Cruz y la Paz a Madrid llevan cuatro meses agotados ante la inminente entrada en vigor del visado, el 1 de abril, lo que ha provocado una avalancha de ciudadanos de este país. Muchos de ellos han decidido viajar entonces hacia Brasil, Argentina o Chile para desde allí coger el avión o el barco que les lleve a la madre patria.


El último episodio se vivió ayer cuando la Policía Nacional impidió el desembarco de 86 pasajeros de esta nacionalidad, que viajaban a bordo del buque Sinfonía, cuando hacía escala en Cádiz.


La actuación policial se produjo tras una orden de la Comisaría General de Extranjería, ya que los bolivianos no llevaban la documentación necesaria para entrar en España y tenían una prohibición de entrada en el territorio Schengen, según informó la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.


La Policía sólo permitió descender del barco, de bandera panameña, a cuatro de los bolivianos que contaban con billetes de ida y vuelta y que fueron conducidos a un aeropuerto para ser enviados de regreso a su país. El cayuco de lujo, con 500 pasajeros a bordo, procedía de Río de Janeiro, en Brasil, y había hecho escala en Santa Cruz de Tenerife, donde tampoco se permitió bajar a los bolivianos. El buque, propiedad de la empresa italiana MSC Cruceros, se dirige ahora rumbo a Valencia, que es la última parada del trayecto y adonde llegará hoy a las 14.00 horas. La Delegación del Gobierno valenciano advirtió ayer a Efe de que no permitirá el desembarco de los pasajeros que no tengan la documentación en regla.


Paradójicamente, la diferencia de precio entre venir en avión o en un lujoso trasatlántico no es tan grande e incluso, el crucero puede resultar más barato. El viaje de ensueño en el Sinfonía vale 1.500 euros en clase económica, mientras que los billetes de avión cuestan de 800 a 2.500 euros en primera clase. Sin embargo, la demanda de los últimos meses disparó los precios hasta los 3.000 euros. La gran diferencia es la duración del viaje que pasa de 12 o 14 horas en el caso del avión, a las dos semanas que se prolonga el viaje en barco.


Para entrar en España a los ciudadanos de Bolivia se les exige el pasaporte, un billete de ida y vuelta, una carta de invitación y 500 euros como mínimo para acreditar su estancia como turistas. Sin embargo, en muchas ocasiones, aunque cumplen con todos los requisitos, la Policía les rechaza en frontera porque no se ajustan al perfil de turista, según aseguró la Asociación de Cooperación Bolivia – España (Acobe).


«Los que no han podido utilizar la vía aérea lo han intentado con el crucero, con la idea de que era un ingreso seguro. Vienen con la cámara de fotos y es más fácil camuflarse como turistas. Estos 86 pasajeros no son los primeros, ya que llevamos meses detectando esta nueva vía de entrada», declaró ayer a este diario el portavoz y asesor legal de la ONG Acobe, Hugo Bustillos.


Según informó, cada vez que se utiliza un nuevo modus operandi y éste funciona, tiene un efecto multiplicador. «Vienen los primeros, si lo logran, lo intentan otros 100. Si éstos lo consiguen, lo hacen otros mil», manifestó Bustillos. La ONG Acobe explicó que, tras la gran afluencia de bolivianos a los aeropuertos españoles, el número de inmigrantes rechazados en frontera se ha disparado y ronda los 100 diarios.


El futuro de los pasajeros bolivianos cuando atraquen en Valencia es incierto. En teoría, es la compañía marítima la que se debe hacer cargo del retorno de aquellos pasajeros que no tienen los papeles en regla. Es más, según la última reforma de la Ley de Extranjería, los transportistas que no verifiquen la documentación de sus viajeros se enfrentan a multas de 3.000 a 6.000 euros.


Sin embargo, el buque Sinfonía no tiene previsto su regreso a Brasil hasta el mes de noviembre, ya que el próximo mes de abril tendrá que realizar otros cruceros a Malta, Italia y Túnez. Este periódico intentó ayer ponerse en contacto en varias ocasiones con la compañía MSC Cruceros para comprobar si se iba a hacer cargo del retorno de los bolivianos, pero no obtuvo respuesta alguna.


En los últimos meses, miles de bolivianos se han agolpado ante las oficinas de Migración y en las agencias de viaje de su país para conseguir pasaportes o billetes de avión rumbo a España. La peregrinación de inmigrantes desde La Paz a Madrid se ha disparado en los últimos años y la población de bolivianos en España se ha multiplicado por 10.


Bolivia sigue los pasos de la República Dominicana, Cuba, Ecuador, Perú y Colombia, países a los que ya se impuso el visado, lo que frenó la llegada de sus nacionales.

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