El Departamento de Educación ha autorizado la escolarización de una niña colombiana de cuatro años en el modelo A (enseñanza íntegramente en castellano con el euskera como asignatura), desdiciéndose así de su primera decisión, que fue la de enviarla a una ikastola (en ellas se aplica el modelo D, todo en euskera con el castellano como asignatura) en contra del criterio de los padres.

Los progenitores habían solicitado el modelo en castellano al tratarse de una niña colombiana adoptada que ha realizado su escolarización en castellano en su país de origen. Además, el deseo de los padres es el de ayudar a su hija en los estudios, algo que, según ellos, en euskera no habrían podido hacer. Por ello, matricularon a su hija en el colegio público Ruperto Medina, de Portugalete, donde residen, en modelo A. Al tratarse de una solicitud realizada fuera del plazo habitual de matrícula, el centro tuvo que informar a la delegación de Educación en Vizcaya de la petición.

Esa comisión de escolarización entendió que lo mejor era matricular a la pequeña en modelo D. Educación justifica esta decisión porque “el aprendizaje en euskera en niños menores de seis años no ocasiona problemas en su escolarización y facilita su integración por ser los modelos más solicitados por el alumnado autóctono”. Según el departamento, en la solicitud de escolarización presentada en el colegio Ruperto Medina por los progenitores no constaba la petición expresa de modelo A. Además, apela al hecho de evitar la concentración de inmigrantes en el mismo centro.

Por otra parte, Educación resalta el hecho de que el colegio Ruperto Medina tiene seis inmigrantes en Infantil (el 10,9% del total del alumnado) frente a 1 inmigrante de la ikastola Asti – Leku (0,3%), centro al que el departamento mandó a la pequeña en un principio. “No se puede pretender evitar la concentración de alumnado inmigrante si no se puede enviar alumnos de un centro a otro; si los alumnos emigrantes se escolarizan donde solicitan, el porcentaje de cada centro será el que se sea, pero no podrá tender a equilibrarse entre todos los centros sostenidos con fondos públicos, ni se podrá señalar un porcentaje máximo de inmigrantes por centro, porque no habrá posibilidad de modificar ninguna petición”.

Si se quiere evitar la aparición de guetos, abunda el departamento, la concentración excesiva de alumnado emigrante en un centro origina la desaparición progresiva del alumnado autóctono.

Sin embargo, si alguna familia persiste en sus reclamaciones a la comisión de escolarización de familias, éstas son tenidas en cuenta, según el departamento. De ahí el cambio. El delegado de Educación ha autorizado finalmente la escolarización de la pequeña en modelo A en el colegio Ruperto Medina.