Manuel Augusto Bustillos, informático peruano de 29 años, asegura que el miércoles pasado fue agredido por dos agentes de la Policía Municipal de Parla que le golpearon, le llamaron sudaca y le mandaron durante siete horas al calabozo de la comisaría de policía de la ciudad.

Relata que poco antes del mediodía, aparcó su coche en doble fila en la calle parleña de Pinto y se dirigió a sacar dinero a un cajero automático. Mientras caminaba, oyó como alguien le pitaba: su coche, un BMW, impedía salir a otro. Cuando sacaba su vehículo, llegó una patrulla de la Policía Municipal, siempre según su versión. “Entonces los agentes se acercaron y uno de ellos dijo: ‘Es un sudaca y va de chulo con ese coche’, y el otro contestó: ’Clávasela, anda”, asegura.

Bustillos le dio al botón de grabación de su teléfono móvil y lo dejó en el asiento del copiloto. Los policías le multaron por tener el coche en doble fila y él les dijo que había grabado la conversación. “Los agentes forcejearon conmigo para quitarme el teléfono pero yo me lo metí dentro de la cazadora. Ellos me obligaron a salir del coche, me empujaron contra la pared, me patearon una pierna. Al final les di el teléfono”.

Los policías le esposaron y le llevaron a un centro médico. El parte de lesiones asegura que Bustillos sufrió abrasión en la región frontal y en la pierna, herida en el labio y una contusión. Del centro médico le trasladaron detenido a la comisaría de la Policía Nacional de Parla, donde permaneció siete horas. Bustillo ha puesto una denuncia en los juzgados por lo sucedido.

Este periódico intentó ayer, sin éxito, recabar la versión del Ayuntamiento de Parla.