El embajador de la Unión Europea, Andrew Stanley, confirmó hoy que desde este 1 de abril se requerirá visas para ingresar a Europa, excepto al Reino Unido e Irlanda, y en su percepción la exigencia de ese documento traerá más beneficios que discriminación para los migrantes bolivianos.

“Ese es un tema donde los preparativos para la puesta en marcha de este nuevo sistema de visas, que es a partir del 1 de abril, las embajadas de los estados miembros europeos están trabajando para alistar todo para que en esta fecha el sistema esté funcionando”, manifestó el diplomático.

La Unión Europea la conforman 27 países, pero sólo dos países no requerirán de estas visas: el Reino Unido e Irlanda, el resto sí. Existen países que no conforman la Unión Europea pero que sí se adhieren a ese sistema de visas como por ejemplo Noruega e Islandia.

“25 de los 27 países miembros de la Unión Europea sí van a aplicar una política de visas, y también hay otros países que no pertenecen a Unión Europea pero que se juntan también a ese sistema, por ejemplo Noruega e Islandia, no son miembros de la Unión Europea pero que sí aplicarán una política de visas”, señaló Stanley.

Consultado sobre si los bolivianos para poder acceder a una visa y así poder viajar a Europa tenían que solventar 30.000 euros, dijo que es una información equivocada.

“No hay que depositar 30.000 euros, creo que eso es una información equivocada, hay que sacar un seguro de salud por un monto de 30.000 pero no cuesta 30.000 euros, creo que más o menos se estima que para una cobertura para sacar una póliza de seguro por un monto de una cobertura de 30.000 eso cuesta como 100 euros, para una cobertura válida durante un mes”, sostuvo.

Stanley señaló que lo que se pretende con esta medida es que los flujos migratorios de los bolivianos hacia Europa sean más ordenados y que cada visa que se adquiera sea emitida por la embajada europea.

Sobre algunos casos denunciados de discriminación hacia nuestros conciudadanos, aclaró que no conoce ningún caso, y que en las fronteras tratan a los bolivianos como a cualquier grupo de viajeros, pero que de todas formas es una competencia de las autoridades de Migración de cada uno de los estados miembros de la Unión Europea.