ANÁLISIS

¿HABRÁ ALGUIEN AQUÍ?

Diario Vasco, MITXEL EZQUIAGA/, 27-03-2007

E l debate público gira continuamente en Euskadi sobre el país que queremos (libre, dependiente o mediopensionista) pero se nos pasa por alto que quizás algún día tengamos un país… sin paisanaje. De tanto hablar del País (así, con mayúsculas) nos estamos olvidando de los ciudadanos.

La serie de reportajes sobre el envejecimiento de Gipuzkoa que cierra hoy este periódico vuelve a poner sobre el tapete la alarmante crisis demográfica del País Vasco. Somos el lugar de Europa con tasas de natalidad más bajas, población más envejecida y más dudas sobre la capacidad de la sociedad para perpetuarse. Sólo la llegada de la inmigración está aliviando el vértigo que produce la previsión de convertirse en un país de viejos.

Hay muchos debates pendientes en el país real. Como la necesidad de más ayudas públicas para el fomento de la natalidad o el desarrollo de sistemas de conciliación que permitan a madres y padres combinar su vida laboral con la atención a los hijos.

En las próximas décadas las personas mayores serán más, con lo que supone de gastos añadidos en pensiones o servicios asistenciales. Si el presupuesto no crece, pronto habrá que plantearse cambios en las prioridades públicas: Eso, añadido al cambio cultural que lleva consigo un país envejecido, anuncian una revolución en nuestras costumbres. Habrá alguien aquí, seguro, pero seremos más viejos y distintos. Quizás es hora de que la política, aparte de preguntarse tanto qué somos, plantee soluciones al cómo seremos. Por ejemplo.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)