El Frontex y la OIM se desmarcan de la crisis del barco que lleva 300 asiáticos a bordo

El Mundo, ANA DEL BARRIO, 27-03-2007

La Organización Internacional de las Migraciones desmiente el anuncio del Gobierno de que se iba a encargar de repatriar a los ocupantes del barco norcoreano ‘Happy Day’ Los esfuerzos del Gobierno español por implicar a los organismos internacionales en la gestión de la crisis del barco norcoreano Happy Day continúan siendo vanos. Tanto la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) como la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) se desmarcaron ayer de la operación de desembarco y repatriación de unos 300 inmigrantes de origen asiático que viajan a bordo del buque.


La embarcación fue interceptada el jueves por una patrullera italiana del Frontex en aguas de Senegal. Sin embargo, la Agencia Europea de Fronteras ya no interviene en la operación, puesto que el buque ha salido de aguas senegalesas, que es donde operan los medios europeos. El barco se encuentra a la altura de Guinea – Bissau y, ahora, se dirige más hacia el sur, hasta Guinea – Conakry, por lo que las patrulleras del Frontex se han replegado, según aseguró a este diario el director adjunto de la Agencia Europea, Gil Arias.


Todas las esperanzas están puestas ahora en que Guinea – Conakry autorice el desembarco de los asiáticos. Así lo anunció ayer el Ministerio de Exteriores, quien ha logrado un principio de acuerdo con el país africano, de donde partió el barco. El plan del Gobierno es que el barco llegue a Guinea – Conakry y que la OIM se haga cargo de las expulsiones de los sin papeles, que podrían ser paquistaníes.


Sin embargo, a pesar del anuncio de Exteriores, el portavoz de la OIM en Ginebra, Philippe Chauzy, negó que la organización esté implicada en esta crisis y dijo desconocer que el Gobierno se haya puesto en contacto con ellos para abordar la repatriación de los inmigrantes, según Europa Press.


A pesar del pacto alcanzado con Guinea – Conakry, Exteriores mostró su cautela e insistió en que se trata de un principio de acuerdo. Recordó que las negociaciones con los gobiernos africanos son complejas y que todo puede cambiar. El Ejecutivo intenta evitar repetir los errores de la gestión de la crisis del Marine I, donde se produjo una cierta precipitación. Exteriores opina que está suficientemente acreditado que el barco partió de Guinea – Conakry, ya que las Fuerzas de Seguridad llevaban tiempo siguiéndole y sospechaban que las mafias habían estado introduciendo inmigrantes en el barco, en la bahía de Conakry.

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