EL RETO DE LA INMIGRACION

Los evangélicos crecen con la inmigración

Las iglesias étnicas se expanden dentro del dividido mundo de los protestantes. Los latinoamericanos han engrosado las filas de los evangélicos, pero en general no se han integrado en las iglesias tradicionales sino en nuevas denominaciones

La Vanguardia, JOSEP PLAYÀ MASET - BARCELONA, 26-03-2007

El paisaje monocolor de la religión en Catalunya es ya historia pasada. Del mismo modo que un turista cristiano que viaja a Nueva York se va a Harlem para seguir una ceremonia con música gospel, aquí podría acudir a una ceremonia pentecostal con sus singulares cantos dirigida por un pastor nigeriano en el centro de Vic o asistir a un culto bautista de la comunidad china en Barcelona. En apenas diez años el mapa religioso de Catalunya se ha modificado profundamente por la llegada masiva de inmigrantes, y el cambio más reciente es el aumento de las iglesias evangélicas.

El primer mapa religioso encargado por la Generalitat en el 2004 destacaba la presencia de 141 mezquitas y oratorios, a consecuencia de la continua llegada de marroquíes y, en menor medida, de pakistaníes y subsharianos. Igualaban en número de templos a los testigos de Jehová. También aparecían con gran peso las iglesias evangélicas, con 341 lugares de culto, de los que 69 eran de las iglesias de Filadelfia, las que más habían crecido en los últimos años por su arraigo entre la comunidad gitana. Tres años después, la primera revisión del mapa detecta como principal novedad un aumento del 32% de las iglesias evangélicas, especialmente por el peso de los latinoamericanos, que no sólo han hecho aumentar el número de fieles y templos, sino que también han contribuido a fragmentar las iglesias existentes. En cambio, los oratorios han seguido un ascenso moderado (una media de diez cada año). Y también ha habido un fuerte incremento de los templos ortodoxos (de 8 a 18), debido a la llegada de ciudadanos rumanos y a la acción de un popular sacerdote de Barcelona. Las demás religiones, incluida la católica, siguen prácticamente estancadas.

De todas las religiones del territorio catalán, la que presenta unas características más complejas es la evangélica, conocida también como protestante o reformista. Y ello, por una doble razón: la diversidad de los inmigrantes evangélicos, primordialmente latinoamericanos, pero también africanos, rumanos e incluso chinos y coreanos, y la fragmentación de las iglesias evangélicas.

Joan Estruch, sociólogo y coordinador del mapa religioso, ha detectado que entre el 2004 y el 2007 el número de lugares de culto evangélicos ha pasado de 341 a 453. Ahora bien, él mismo asegura que la mitad de ese incremento se explica por lagunas en el primer estudio, ya que no se pudieron localizar pequeños grupos diseminados.

La otra mitad de ese crecimiento la atribuye a un aumento real del número de fieles. “Sólo en una pequeña parte se podría hablar de nuevas conversiones, y en su mayoría se trata de incorporaciones de inmigrantes”. Joan Gómez, M. del Mar Griera y Agustí Iglesias, coautores del estudio, explican en Immigració i diversitat religiosa (Fundació Jaume Bofill, 2005) que estos inmigrantes han dado lugar a nuevas iglesias y lugares de culto, muchas veces al margen de las instituciones evangélicas históricas y más institucionalizadas. Distinguen entre las comunidades que se han integrado en una denominación ya establecida, pero con su propia Iglesia (Iglesia bautista china de Barcelona), las comunidades que han abierto iglesias independientes (como los inmigrantes subsaharianos) y comunidades vinculadas a multinacionales evangélicas de líderes carismáticos (por ejemplo la Iglesia evangélica mexicana La Luz del Mundo o Pentecost Church, de origen ghanés).

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