Veintitrés horas duró la violenta aventura de un vecino de Cartagena que el sábado por la tarde hirió de gravedad a un hombre al que disparó con una pistola cuando se encontraba en el pasillo de la estación de autobuses de la ciudad y ayer hizo lo mismo con otra persona en una calle de Santa Lucía. El delincuente, un vecino de Lo Campano de unos veinte años de edad, fue detenido por agentes de la Policía Nacional minutos después de que realizara otro disparo que hirió en un brazo a su víctima.

Apenas han trascendido detalles de los motivos por los que el presunto delincuente hirió a dos hombres a tiros en menos de veinticuatro horas. Los agentes del grupo de Policía Judicial de la comisaría de Cartagena investigaban ayer por la tarde los vínculos que tienen las dos víctimas y el presunto agresor. Por ahora todo apunta al ajuste de cuentas, aunque falta saber si los problemas que tenían entre ellos eran importantes. No se descarta que el pistolero esté perturbado y que tratara de zanjar de forma violenta diferencias de poca monta.

La escalada de violencia protagonizada por este individuo comenzó el sábado por la tarde. Sobre las tres y media de la tarde irrumpió en el vestíbulo de la estación de autobuses, buscó a otro joven al que conocía de la zona de Santa Lucía, sacó una pistola y le disparó un tiro en el pecho. Después, huyó de la estación de autobuses a la carrera dejando a la víctima malherida junto a la puerta de los aseos de mujeres.

El presunto autor del disparo consiguió dar esquinazo durante toda la noche del sábado a los agentes de la Policía Judicial que ya lo habían identificado gracias a las aportaciones de unos pocos testigos y de la propia víctima, que pudo colaborar gracias a que el proyectil alojado en su tórax no alcanzó ningún órgano vital.

Los agentes sabían que el individuo no había logrado salir de Cartagena y que se movía en la madeja de calles que forman los barrios de Santa Lucía y Los Mateos. Las unidades de Seguridad Ciudadana peinaron los dos barrios durante la mañana del domingo hasta que a mediodía tuvieron noticias del delincuente: alguien lo había visto por Los Mateos en compañía de un joven de etnia gitana.

La Policía Nacional localizó a este segundo joven cuando viajaba en un autobús urbano por Lo Campano, explicaron a La Verdad testigos presenciales. El muchacho aseguró que había sido abordado por el hombre armado, conocido suyo, que le había golpeado en la cara y le había apuntado con la pistola. Según relató, apretó el gatillo pero el arma no detonó.

En el puente de Mompeán

La siguiente información llegó a comisaría sobre las 14.15 horas. Una llamada de la base del 112 alertaba de que un hombre había recibido un tiro cuando transitaba por el puente de Mompeán de Santa Lucía. Hasta el lugar se desplazó primero una ambulancia medicalizada del 061 y tres dotaciones del 091. La víctima tenía una herida en un brazo, cuyo pronóstico era leve, aunque fue trasladado a Urgencias del Rosell.

En las inmediaciones del Paseo de Delicias, la Policía Nacional interceptó al presunto autor del disparo, el mismo hombre que un día antes también había herido de un tiro a otra persona en la cercana estación de autobuses. Los agentes lo desarmaron y lo llevaron a la comisaría.