Detectan una creciente implicación de los inmigrantes en labores de voluntariado

Diario de noticias de Gipuzkoa, Donostia., 26-03-2007

Donostia. La entidad de voluntariado en Gipuzkoa Gizalde ha detectado en los dos últimos años un paulatino incremento de la participación del colectivo inmigrante en asociaciones altruistas. Quienes eran perceptores de ayuda, la ofrecen ahora a cambio de nada, todo un reflejo de que los tiempos han cambiado de un tiempo a esta parte.

De la puerta de entrada a Gizalde, el punto de encuentro del voluntariado gipuzcoano, colgaba hasta fechas recientes un cartel que rezaba: servicios sociales. En realidad, se trataba de un señuelo para el inmigrante que deambulaba por las cercanías de esta oficina donostia, que se acercaba, pero no con la idea de ayudar precisamente.

“Éramos una ventanilla más donde buscaban algún tipo de ayuda. Pero conforme ha pasado el tiempo es verdad que comienzan a venir personas que ya han formalizado su situación y ven en el voluntariado una manera de socializarse”, asegura Miren Gurrutxaga, responsable de esta entidad de ayuda, que se puso en marcha en 1998.

Este colectivo no dispone de un registro que sustente con datos este cambio social que se ha constatado, pero sí de la experiencia suficiente para decir que “es una nueva realidad que estamos viendo cada vez con mayor frecuencia”.

redes de apoyo A este respecto, nueve organizaciones europeas han investigado el papel que tiene el voluntariado para la integración de inmigrantes. El proyecto, conocido como Involve, afirma que el fenómeno debería tener más formación, fondos y el apoyo de otras ONG.

Se trata de un fenómeno emergente, a pesar de lo cual todavía, según se apunta, existe poco voluntariado de inmigrantes y éste se circunscribe esencialmente a redes de apoyo para otros compatriotas.

En la actualidad, el perfil del voluntario inmigrante es el de una mujer de unos 25 años con más de cinco años en el Estado, según describen distintas asociaciones consultadas.

Gurrutxaga ha observado que “muchas de estas personas ya desarrollaban actividades de este tipo en sus países de origen y cuando su situación aquí deja de ser precaria se permiten pensar en estas otras cosas”.

Ese paso hacia adelante, el modo en que se utiliza el voluntariado como ejercicio de integración, también es percibido por Jorge Sáez, coordinador de Kaeb Nai, una asociación de acción intercultural con sede en Pasajes San Pedro. “Este colectivo siempre ha estado muy dispuesto a participar. Solemos organizar actividades muy diversas y entendemos que su palabra en primera persona siempre es muy a tener en cuenta”, destaca.

colaboración en lankide Lourdes Vidorreta es responsable de proyectos de cooperación en Lankide, la Asociación Vasca para la formación, cooperación y el desarrollo. La ayuda a países como Nicaragua y el Salvador centra la actividad de esta organización en las últimas fechas.

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