La tarde de ayer se tiñó de sangre en la calle Gracia, en el emblemático barrio del Carmen. Una persona, de unos 40 años de edad y cuya identidad se corresponde con los apellidos Moreno Muñoz, falleció en la céntrica calle de la capital por las heridas que sufrió en el cuello tras ser degollado por otro hombre que se dio a la fuga y a quien la Policía Nacional no ha logrado todavía ni identificar ni capturar.

Al parecer, y según testigos presenciales, el hombre cayó al suelo tras el corte que le produjo en el cuello otra persona después de una breve reyerta y un forcejeo entre ambos. Cuando los agentes del Cuerpo de Seguridad llegaron al lugar de los hechos, la víctima había perdido mucha sangre y se encontraba en estado crítico. La nacionalidad del hombre, que vestía un traje oscuro y era de complexión fuerte, no estaba confirmada al cierre de esta edición. Lo que sí parece seguro es que era de etnia gitana y que podía trabajar en una funeraria, según informaron a La Verdad fuentes policiales.

Alertada por el Centro de Coordinación de Emergencias 112, al lugar se desplazó una Unidad Médica de Emergencia, cuyos sanitarios sólo pudieron confirmar el fallecimiento del hombre, que se desangró en pocos minutos como consecuencia del amplio y limpio corte en el cuello que presentaba.

El revuelo que se organizó en torno a la calle Gracia obligó a los agentes de la Policía Nacional a acordonar la zona, que pronto se llenó de curiosos que pretendían conocer los detalles del suceso, que acabó con la vida de este hombre. Fuentes policiales informaron que se habían iniciado las investigaciones para localizar al autor del crimen, que podría haber sido otro hombre alto y que llevaba un gorro, según dijeron testigos presenciales.

¿Varias personas?

Otros testigos también aseguraron a La Verdad que en la pequeña riña previa al suceso participó más de una persona además del supuesto autor del crimen, aunque son extremos que este periódico no pudo confirmar con la Policía Nacional. Pese a que al cierre de la edición aún no se conocían datos acerca del presunto asesino ni los cauces por los que se empezaba a desarrollar la investigación, alguna de las personas que se encontraban tras el cordón policial aseguraron que el hombre huyó en un coche. Otros, que salió corriendo.