La Comunidad de Madrid, debido a la mejora de las comunicaciones, pierde población de otras comunidades al convertirse Guadalajara y Toledo en ciudades – dormitorio. De hecho, Castilla – La Mancha ha aumentado su población en más de 200.000 habitantes en los últimos diez años, hasta aproximarse a los dos millones de personas, según datos del Padrón municipal. La Comunidad de Madrid gana entre 1996 y 2006 casi un millón de habitantes, pese al descenso de residentes de otras Comunidades, ya que entre la llegada de inmigrantes y los nacidos en la misma comunidad compensan la salida de personas en busca de un hogar más adecuado para sus ingresos.

La situación en Cataluña es similar, pero no igual. Sí compensa la salida de residentes de otras comunidades con los nacidos en la misma región y la llegada de inmigrantes, pero deben existir razones distintas que en el caso madrileño para que los residentes nacidos en otras regiones abandonen. No es lo mismo trabajar en Madrid y vivir en Guadalajara que trabajar en Barcelona y vivir en Castellón, por ejemplo.