Miranda

287 escolares reciben clases de educación compensatoria Integración socioeducativa

Diez profesores en la ciudad se encargan de llevar estas enseñanzas dirigidas especialmente a minorías y extranjeros

El Correo, E. LARGO E. L./MIRANDA DE EBRO, 25-03-2007

Los escolares procedentes de otros países o las minorías étnicas requieren, con frecuencia, de una atención especializada para hacer que su nivel académico se iguale al del resto de alumnos de su misma edad. En este marco nacieron las clases de educación compensatoria, un programa de Educación que en Miranda acoge a un total de 287 escolares distribuidos en todos los centros.

Del total de extranjeros inscritos, casi medio millar, 164 necesitan del apoyo de Educación para compensar sus conocimientos y 121 de ellos lo reciben de forma específica. «Al resto no es que no se les impartan estas clases sino que tienen profesorado en sus centros con disponibilidad horaria que se encarga de atenderles», explica el asesor técnico de la dirección provincial de Educación.

En cuanto a las minorías étnicas, los centros de la ciudad cuentan con 98 alumnos con estas características, de los que requieren educación compensatoria 94, siendo los dos colegios concertados, Sagrada Familia y Sagrados Corazones los que reúnen al mayor número.

Pero si bien extranjeros y minorías étnicas son los que consumen la mayor parte de los recursos de este programa, también hay otros alumnos con necesidad de apoyo educativo. En total son 29, de los que 22 están matriculados en centros públicos y 7 en concertados, de los que 23 reciben un apoyo específico.En este capítulo cabe destacar al instituto Montes Obarenes, que reúne a un total de once alumnos en sus aulas.

Los centros que cuentan con dos profesores dedicados específicamente a la impartición de estas clases son Sagrada Familia y Montes Obarenes, mientras que Sagrados Corazones, Fray Pedro de Urbina, Las Matillas, Cervantes y Anduva tendrían uno. A media jornada se encontraría en los colegios Altamira y La Charca.

En este sentido, el caso del colegio Príncipe de España sería la excepción más significativa, ya que los trece alumnos que en total requieren este programa están atendidos por su propio profesorado. La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha un programa de carácter compensatorio, el Programa de Refuerzo y Apoyo o Acompañamiento (Proa), para el alumnado que acumula retraso académico, mediante el que trata de implicar en el proceso educativo del alumno a su propia familia y al centro educativo en el que estudia con un compromiso de actuación conjunta.

El programa de Refuerzo, destinado a Secundaria, tiene mayor entidad en la labor educativa del centro así como mayor ayuda económica y personal mientras que el de Acompañamiento, aunque persigue objetivos similares pero se imparte tanto en primaria como secundaria.

Para atajar las dificultades en el aprendizaje los alumnos acuden al centro escolar cuatro horas semanales fuera del horario normalizado. Por su parte, la Administración se compromete a aportar los recursos humanos necesarios con el fin de mantener una estructura de apoyo escolar al alumno de carácter complementario y fuera del horario escolar.

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