El Gobierno asturiano aseguró ayer a EL CORREO que no concede credibilidad a los menores marroquíes que declararon a la Policía haber sido enviados a Oviedo con el billete de autobús pagado por educadores de la Diputación vizcaína. En el Departamento asturiano de Vivienda y Asuntos Sociales, que se ocupa de los adolescentes en el Principado, explicaron que muchos jóvenes inmigrantes suelen realizar esas declaraciones a la Policía para justificar, entre otras cosas, la procedencia del dinero que llevan encima.

La llegada de los chicos marroquíes a Oviedo, investigada por la Fiscalía de aquella ciudad, fue denunciada el pasado jueves por la portavoz y consejera de Cultura del Principado, Ana Rosa Migoya, quien acusó al País Vasco de derivar menores desde sus centros. Sin embargo, el Ejecutivo asturiano rectificó ayer esas declaraciones y recordó que el Principado también ha sido objeto de una denuncia parecida. «Un muchacho aseguró en Salamanca que le habíamos pagado el billete en Asturias», resumieron en el Departamento de Asuntos Sociales.

Procedimiento

El caso de los marroquíes de Oviedo había llegado incluso hasta la Fiscalía de Bilbao, que el mes pasado preguntó a la Diputación vizcaína sobre ese asunto. El Gobierno foral negó que ningún educador de sus centros haya facilitado el desplazamiento de chicos fuera de Vizcaya. Y recordó que los inmigrantes cambian constantemente de unas comunidades a otras.

El PP y el PSE pidieron ayer a la Diputación que esclarezca lo ocurrido. Entretanto, la institución foral y el Gobierno asturiano reclamaron ayer que se cree algún procedimiento común para afrontar la movilidad de los menores inmigrantes. Algunos utilizan los centros de acogida como alojamientos provisionales en su deambular por la Península. Si no conocen la ciudad, su reacción habitual es presentarse en la Policía y decir que les han pagado el autobús.