El Gobierno trabaja para que el país africano acepte el desembarco de los 300 inmigrantes que fueron interceptados el jueves cerca de sus costas El director adjunto de Frontex, Gil Arias, explicó ayer que España está liderando las negociaciones con Senegal para que acepte el desembarco de los 300 inmigrantes que viajan a bordo del Happy Day, interceptado el jueves por la noche cerca de las costas de ese país.

Arias, que intervino en un simposio sobre inmigración organizado por la Fundación Ciudadanía y Valores, aseguró que España fue el país que solicitó esta operación, donde Frontex, la agencia europea de fronteras, ha intervenido en su coordinación, por lo que la diplomacia española es la encargada de negociar el destino de los inmigrantes y, si fuera necesario, convencer a Senegal de que debe cumplir con los acuerdos suscritos.

«La responsabilidad es de Senegal porque el barco ha sido interceptado en aguas senegalesas, y Senegal, en ese acuerdo que tiene suscrito con España, se compromete a aceptar a los inmigrantes que se intercepten en sus aguas durante estas operaciones».

Si este país no lo entendiera así, «la diplomacia española y la europea en general tendrán que buscar una solución para estos inmigrantes, para ver dónde se les acoge», como en el caso de los sin papeles que rescató un pesquero español en aguas de Malta, «que fueron repartidos por varios países».

El directivo de la agencia europea de fronteras explicó que el barco, de bandera norcoreana y con tripulación de Georgia, está siendo conducido por efectivos de Frontex a costas senegalesas y se espera su llegada a Dakar.

Señaló que los inmigrantes, que podrían ser paquistaníes, están bien de salud y que está previsto que desembarquen en Senegal para proceder a su identificación, «para lo que se tendrán que desplazar efectivos de la UE».

«Espero que no se produzca lo mismo que con el Marine I», dijo Arias, quien recordó que Frontex no puede llegar a acuerdos con Senegal, pero sí España, y que por eso «lidera las negociaciones».

En este sentido, añadió que las autoridades españolas están en contacto con las de Senegal «para acordar o prever todo este dispositivo», y que este país africano ha aceptado que el barco se dirija a sus costas.

El responsable de Frontex detalló que el barco Happy Day había salido de Guinea – Conakry hace una semana.

«Sabíamos que estaba en la zona y hemos intentado no perder el rastro, hasta que ayer por la noche se procedió a su interceptación» por parte de un barco italiano, indicó.

Aclaró que Frontex, como organización europea, no tiene un acuerdo con Senegal: «Es decir, que Senegal podría negarse a negociar con nosotros, no así con España, con la que sí tiene un acuerdo» bilateral.

«España no sólo está implicada en la medida en que está participando en el dispositivo, sino que es políticamente la otra parte de Senegal en el acuerdo y, por tanto, quien tiene que liderar las negociaciones que sean necesarias», concluyó.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, confirmó ayer que el Ejecutivo está cumpliendo con la obligación de cooperar en «acciones diplomáticas» para que los inmigrantes irregulares vuelvan a donde salieron.

Según precisaron fuentes del Ejecutivo, esas gestiones diplomáticas están siendo con Senegal y con Guinea – Conakry, porque de allí «salió el barco», y con la propia UE.

«Estamos haciendo gestiones diplomáticas de todo tipo, como hacemos siempre, con los países que están afectados en estos momentos por la ruta del barco», explicó Fernández de la Vega al ser preguntada por esta cuestión en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El Ejecutivo está cumpliendo, precisó, «con la obligación que, en estos momentos, es del Gobierno, que es cooperar en acciones diplomáticas con los distintos países, cooperar a los efectos de que se cumplan las normas para que los inmigrantes irregulares vuelvan al punto de origen de donde salieron», añadió Fernández de la Vega.