La Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala pidió hoy a los gobiernos de EEUU y México detener las masivas deportaciones de emigrantes ilegales para no seguir propiciando la desintegración familiar.

La petición se hizo durante la representación de un “vía crucis” en la Plaza de la Constitución, en la que participaron decenas de personas, entre ellos varios alumnos de colegios y religiosos, con carteles en los que se leía: “no habrá emigración forzada si hay justicia y paz”.

Otros sostenían que “nadie es extranjero en el corazón de la Iglesia”, anunciaban que la “mujer emigrante es símbolo de esperanza” y reclamaron “justicia para el emigrante”.

Durante esta manifestación se condenó “el odio con el que son tratados los inmigrantes” fuera de sus países y se hizo una oración en favor de estas personas que buscan el “sueño americano”.

El sacerdote Maurio Verzeletti, en declaraciones, comentó que éste es el sexto año consecutivo que realizan el “vía crucis”, como parangón del drama que sufren los inmigrantes en su camino a Estados Unidos.

Verzeletti dijo que unos 300 centroamericanos cruzan a diario el territorio guatemalteco hacia México en busca del “sueño americano”, y destacó que muchos mueren en el camino.

Sólo en 2005, recordó, murieron unos 500 inmigrantes cuando intentaban cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.

“En los países de origen, tránsito y destino, el sufrimiento y la muerte se materializan especialmente por las restrictivas leyes migratorias” , apunta, por su parte, un comunicado firmado por monseñor Rodolfo Bobadillas, presidente de la Pastoral de la Movilidad Humana.

“Exigimos a Estados Unidos y México el cese inmediato de las deportaciones masivas y a escuchar la voz de quienes sufren la desintegración familiar y a reconocer el derecho a la ciudadanía universal”, apuntó Verzeletti.

También instó a las sociedades receptoras, principalmente a los políticos, a derribar las barreras de los prejuicios y discriminación y a propiciar una convivencia armónica entre pueblos y culturas.

Durante lo que va del 2007 han sido deportados de Estados Unidos más de 2 mil guatemaltecos, cifra superó los 18 mil 300 el año pasado.

“Instamos a una nueva conciencia en la política migratoria frente a los sistemas políticos basados en la corrupción y el clientelismo y que siempre aseguran al país del Norte la certeza de la impunidad en materia de derechos humanos sobre las migraciones”, manifestó el religioso.