BarcelonA – El año pasado se practicaron en Cataluña 14.873 detenciones. De
éstas, 5.478 – un 37,2 por ciento – fueron realizadas a ciudadanos
españoles, y 9.211 – el 62,7 por ciento – a ciudadanos extranjeros. Y dentro
de los extranjeros, el 89,9 por ciento eran personas no comunitarias,
mientras el 10 por ciento restante correspondía a ciudadanos de la Unión
Europea. Así, el número de detenidos procedentes de países no
pertenecientes a la UE superan a los 8.200, con lo que fueron el colectivo
que más delinquió, al albergar más de la mitad de los arrestos del año,
concretamente casi el 56 por ciento.
   Estos son algunos de los datos
que se abordaron en la Junta de Seguridad del pasado 3 de marzo, que
estuvo presidida por el presidente de la Generalitat, José Montilla,
acompañado del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y en la que
participaron los más altos mandos policiales de Mossos dEsquadra, Policía
Nacional y Guardia Civil en Cataluña.
   El informe del
departamento de Interior ofrece un panorama detallado de la delincuencia
en Cataluña. En relación a las detenciones practicadas y atendiendo a su
origen, en el año 2005, los detenidos nacionales representaron el 51,99
por ciento del total y, en el año 2006, el 51,65 por ciento, esto es,
mostrando un levísimo descenso. Respecto a los ciudadanos extranjeros, los
detenidos comunitarios supusieron durante el año 2005 el 12,8 por ciento
de los detenidos, y el 11 por ciento en el año 2006. Los no comunitarios,
durante 2005, representaron el 87,1 por ciento de los extranjeros, y
durante el año 2006, el 89 por ciento. Por origen, entre los detenidos
comunitarios «sobresalen los ciudadanos franceses y entre los no
comunitarios, los peruanos, ecuatorianos y magrebíes».
   En
cuanto a las operaciones policiales, el acta destaca «el incremento de
delitos producidos en el ámbito de la Región Policial Metropolitana Sur»
debido a que «esta región tiene problemas por la densidad demográfica y el
aumento repentino y que se mantiene constante de la inmigración de
diferentes orígenes étnicos».
   «Por lo que respecta a
la ciudad de Barcelona – continúa el documento – , se puede decir que es
relativamente tranquila» aunque «se han producido más delitos contra el
patrimonio y hurtos». De hecho, los robos con intimidación «representan el
5% del conjunto de delitos». En cambio, destaca que la operación de
refuerzo del verano fue «muy positiva» porque «produjo una sensible
disminución de los robos en viviendas y tirones».
   La población reclusa fue de 8.265 personas en el año 2005, y de 9.011
personas en 2006, «hecho que supone un incremento del 9 por ciento». El
ministro del Interior «intervino para puntualizar que se ha de oxigenar el
sistema penitenciario de nuestro país, ya que, con un índice de
criminalidad similar al de Europa, la población reclusa es mucho más
elevada».