"Excelsior". MÉXICO: "Atrapados en la frontera"

Complicado sistema legal atrapa a niños en la frontera entre EU y México

El País, Patricia Giovine - EFE, 21-03-2007

el paso.- Miles de menores que emprenden el viaje a Estados Unidos solos y sin los documentos legales, con la esperanza de reunirse con sus padres, son detenidos en la frontera y se enfrentan a un sistema legal complicado.

Según la División de Pequeños Migrantes sin Compañía de Servicios de Re-ubicación y Refugiados (Refugee Resettlement Division), mientras en el 2004 la agencia tomó a su cargo a nivel nacional a 6.200 menores que intentaron solos el ingreso al país como indocumentados, para el 2006 la cifra subió a 7.746.

“Y no hay suficientes abogados especialistas en asuntos migratorios para atender todos estos casos”, dijo a Efe el abogado Manuel Rasso, quien hasta hace poco trabajaba para los Servicios de Inmigrantes Las Américas en El Paso, en el estado de Texas, que ha tomado a su cargo la atención a estos menores.

Esta situación, “ha ocasionado que la mayoría de estos niños sean deportados formalmente a sus países de origen, y por tanto pierden toda posibilidad en un futuro de legalizar su situación en EU”, agregó el abogado.

Rasso señaló que sólo los menores que pagan sus boletos de regreso a su país reciben el regreso voluntario, de lo contrario, “la deportación es casi inminente”.

El albergue Southwest Key, en El Paso, recibe a 700 de estos menores anualmente y es uno de los siete centros a nivel nacional, en donde se hospeda, se alimenta y se brinda atención psicológica y estudios a los menores.

“Estos niños y adolescentes tuvieron que vencer sus miedos y emprenden el viaje hacia el norte a través de México en donde un gran porcentaje son abusados, extorsionados o asaltados”, afirmó el abogado.

“Me secuestraron dos veces en México”, dijo Jazmín, de 16 años. La primera vez fue privada de su libertad en el Distrito Federal y la segunda en la frontera de México con Estados Unidos.

“Me ayudó a escapar una muchacha que también estaba ahí”, comentó la menor, en referencia a otras adolescentes inmigrantes como ella que se encontraban en el lugar donde fue retenida.

Rasso señala que la mayoría de los niños a los que entrevistan sufrió abusos en su trayectoria como asaltos, violaciones sexuales, castigos por llorar y hambre.

En ocasiones, son los mismos padres que se encuentran ya en EU los que pagan a un “coyote” por llevarlos desde sus tierras hasta territorio estadounidense.

Cuando la Patrulla Fronteriza detiene a los menores los conduce a centros de detención migratoria durante dos o tres días, hasta que se define al albergue al que serán enviados, comentó el abogado.

Adriana Sáenz, directora del albergue Sowthwest Key en El Paso señaló que después de todo el dolor de esta travesía, los menores llegan deseosos de hablar con la madre o el padre en EU.

“Muchos de ellos llaman llenos de ilusión, y sus caritas se llenan de lágrimas cuando la madre o el padre, que se encuentran en alguna ciudad del interior de EU, les dicen que regresen a su tierra, por que no pueden viajar a recogerlos a la frontera”.

En la mayoría de los casos, estos padres que son indocumentados y que ya hicieron una vida en EU temen ser detenidos por la Patrulla Fronteriza en los aeropuertos o puntos de revisión de carretera cercanos a ciudades fronterizas.

“Para un niño que ha pasado tantas penurias para llegar a Estados Unidos, es descorazonador escuchar que sus padres no viajarán a recogerlo, por que ellos a su corta edad no saben de complicaciones migratorias”, dijo.

“Los niños después de esa travesía nunca vuelven a ser los mismos (…) Estos niños dejan su niñez en ese viaje”, afirmó el obispo de El Paso, Armando Ortiz Rocha.

A diferencia de los menores mexicanos, que son repatriados a su país casi inmediatamente después de su aprehensión, y después de haber sido entrevistados por el Consulado de México en El Paso, los centro y sudamericanos son albergados hasta que se resuelva su proceso migratorio.

Rasso señaló que de los 700 niños albergados en El Paso en el 2006, 500 fueron deportados, una solución que, según el abogado, elimina cualquier posibilidad de que el menor pueda buscar una estancia legal en el futuro, “aun cuando la madre o el padre, que pueden haberse legalizado, lo soliciten”.

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