Los colectivos de mujeres reclamaron ayer al Gobierno que regule el uso del burka si se extiende por el territorio español. Como publicó ayer este diario, el velo islámico que cubre el rostro de las mujeres es aún minoritario, pero está comenzando a emplearse especialmente entre las musulmanas residentes en Cataluña y Madrid.

«El Estado tiene la obligación de garantizar la libertad de todos los individuos y la obligación de preservar el espacio público. Detrás de la imposición del velo hay violencia», declaró ayer Angeles Alvarez, la responsable del Area de Prevención de la Violencia de la Fundación Mujeres. A su juicio, el uso del burka representa la sumisión a un modelo donde el varón tiene la autoridad, y recordó que la prohibición del hiyab en Francia no ha provocado ninguna revuelta.

En opinión de la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Enriqueta Chicano, si el empleo de esta prenda se fuera propagando por España, habría que regularlo como se ha hecho con la ablación. «Va en contra de los derechos de la mujer y de la sociedad que queremos tener. Supone un atentado contra su libertad por mucho que digan que se lo ponen porque quieren. ¿Hasta qué punto las voluntades son libres?», se preguntó Chicano.

Las distintas formaciones políticas acogieron de manera diferente el uso del burka, que hasta ahora se había contemplado por las calles de Kabul o Riad, pero no por las avenidas de Madrid o Barcelona. El PP ha pedido su prohibición porque atenta contra la dignidad de las mujeres, mientras IU califica esta actitud de «hipócrita» por intentar imponer sus normas a otra creencia religiosa.

Mientras tanto, el PSOE mantiene una postura intermedia y se muestra a favor del respeto a la multiculturalidad «siempre y cuando no se atente contra la dignidad de las mujeres y sus derechos básicos», según manifestaron en el Grupo Parlamentario Socialista.

El presidente del Grupo Municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, insistió en la necesidad de exigir «un mínimo común denominador en el tema de los valores»: «Hemos visto cómo las Fátimas que vestían tejanos y zapatillas deportivas comenzaron a llevar jerseys amplios y luego pasaron a las túnicas y el velo. Se está produciendo una radicalización», indicó.

Desde IU criticaron que ahora «se rasguen las vestiduras» por contemplar a dos mujeres con túnica en un centro comercial de Alcobendas, «cuando en las escuelas hay señoras dando clase con algo muy parecido al burka». A juicio de la responsable del Area de Migraciones de IU, Susana López, se está criminalizando al islam, y eso está provocando que «las mujeres se pongan el velo para reafirmar su identidad».