La consejera de Bienestar Social, Sanidad y Consumo, aborda en la Cadena Cope el complejo asunto de los menores extranjeros no acompañados.

Se ha hecho un estudio muy serio sobre qué piensan los menores tutelados por la Ciudad Autónoma. Cuéntenos, ¿qué opinan estos niños y cuántos hay ahora mismo en los centros de Melilla?

Según las últimas estadísticas que mandamos a Delegación del Gobierno estamos hablando de 316 y, de ellos, 247 son menores extranjeros no acompañados. Unos vienen porque las familias les piden que se busquen la vida y encuentren trabajo y documentación. Las niñas (hay 40 o 45) llegan diciendo que han recibido malos tratos y que tienen problemas. Algunas vienen embarazadas.

Tras la Reunión de Alto Nivel celebrada en Rabat entre España y Marruecos, ¿dio usted saltos de alegría?

No. La verdad es que no. Somos escépticos y, como parte implicada, no hemos visto ningún gesto. Lo primero que hay que hacer con esta ciudad es escucharla, porque somos pioneros en estos temas y sabemos de lo que estamos hablando. Ya con este estudio realizado por técnicos de la Consejería, por primera vez, se habla de las inquietudes de estos menores. Ellos, en más de un 80 por ciento de los casos volverían a intentar entrar en la ciudad. Hemos hecho este trabajo no porque nos lo hayan pedido sino porque es interesante conocer a la otra parte. Por lo tanto, escuchamos y damos nuestro punto de vista. Pero queremos participar, como ciudad tenemos el mayor número de menores de toda España. La Fiscalía de Menores tiene que jugar un papel importante donde se va a centralizar esa documentación y esa devolución. Pero, ¿qué ocurre con los menores que vienen sin documentación? Tenemos que hacer la prueba oseo métrica aproximada y cuando salen de Melilla vuelven con otro nombre. Hay algunos que dicen su nombre de verdad y dan su teléfono pero no podemos hacer nada. Hay muchos temas que están en la nebulosa y con un equipo técnico importantísimo y una gran preparación podríamos colaborar en este sentido.

Desde Melilla se pide que se devuelva al menor y en Marruecos se considera que hay muy pocas posibilidades de reagrupación.

Tenemos experiencia y nuestros técnicos han estudiado mucho esta materia como para poder aportar soluciones. La Ley de Protección Jurídica del Menor está preparada para las diferentes circunstancias que vivimos en España. Esa Ley dice que la devolución del menor se debe hacer o con sus familiares o con los servicios sociales. Pero, ¿cómo se va a materializar este preacuerdo? No es tan fácil. Hay que ahondar en estos temas.

¿Qué hay de la construcción de centros en Marruecos?

Se habló de varias ciudades pero tampoco nos dijeron que esos centros vayan a recoger a los menores de Melilla. No hay ninguna seguridad. Es mucho más complejo. El centro se construye en Nador y llegan a un acuerdo que articule la devolución. ¿A qué niños? ¿A los que están en los centros o a los que puedan llegar en el futuro? Ya no se habla de los que están. Nos queda la gran duda. Nadie nos ha negado que los menores de Ceuta y Melilla serían la excepción en la devolución en toda España. ¿Recuerda aquella orden del Fiscal General del Estado del anterior Gobierno que quedó derogada?

Empezamos a aplicarla. A Ceuta le fue muy bien y nosotros tuvimos casos positivos. Era importante porque limitaba a los mayores de 16 años, que era la edad a la que venían. Eso daba más fortaleza. Después cambió el Gobierno y la Fiscalía, y también los menores se adaptaron a nuestras leyes. Vienen dependiendo de los límites de edad. Es tremendo y saben lo que pueden hacer. Saben que es muy difícil la devolución.