crónica negra

El guerrillero del viejo cauce

Las Provincias, JAVIER MARTÍNEZJMARTINEZ@LASPROVINCIAS.ES/, 18-03-2007

Un delirio se apoderó de su mente y la dejó a merced de una obsesión: amenazar con un subfusil a los ladrones de Europa del Este que le habían robado el móvil. El joven bajó al viejo cauce del Turia con una réplica de un kalashnikov y abrió fuego, al menos, en dos ocasiones. Sucedió el pasado 11 de marzo a plena luz del día en las inmediaciones del puente de Ademuz.


El suceso no acabó en tragedia porque varios inmigrantes no quisieron. Tras unos momentos de pánico y carreras, varios
sin techo
se enfrentaron al individuo y consiguieron desarmarlo.


Y el único que resultó herido fue el autor de los disparos. El joven sufrió un traumatismo craneal al ser golpeado por uno de los
sin papeles
.


Cuando llegaron al lugar los primeros agentes de la Policía Local, el
guerrillero
urbano ya había sido reducido. Estaba inmóvil en el suelo rodeado de varios inmigrantes.


Tras ser detenido, el joven pasó a disposición judicial y declaró que su única intención era amenazar a unos malhechores de Europa del Este que le habían robado el móvil y otros objetos personales.


La jueza decretó su libertad provisional con cargos y el grave suceso parece que quedará en el olvido hasta que se celebre el juicio.


Pero algo está fallando en la sociedad cuando un joven de veintitantos años es capaz de conseguir un arma de fuego y abrir fuego en una zona donde malvive un centenar de inmigrantes africanos.


Tras el tiroteo, el viejo cauce se llenó de policías en pocos minutos. No era para menos. Los agentes acudieron con celeridad ante el temor de que los
sin papeles
hubieran sufrido un ataque organizado con armas de fuego por parte de un grupo ultraderechista. Estos lamentables hechos deberían hacer reflexionar a más de uno.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)