MADRID.- Un grupo de siete “cabezas rapadas” españoles (seis chicos y una chica) agredieron brutalmente a una mexicana de 25 años y a su amiga Haby, estadounidense educada en Argentina, cuando salían de la estación del metro de Santiago Bernabéu, frente al estadio de futbol del mismo nombre, sólo por escuchar que hablaban con acento latinoamericano, según dijo la mexicana que se identificó simplemente como María.

A María, la chica le dio primero una bofetada y luego uno de los chicos, “en seco y en corto” le propinó dos puñetazos en la mandíbula, que le provocaron una fractura maxilofacial de segundo grado. La joven tuvo que ser trasladada al hospital de La Paz, donde la operaron para recolocarle la mandíbula y ponerle unos hierros dentro de la boca que deberá llevar seis semanas.

Fueron necesarios cuatro puntos de sutura en los labios y diez en el interior de la boca para sujetarle la mandíbula, que tenía completamente destrozada. Su amiga salió mejor parada, ya que le dio tiempo de girar la cabeza antes de que le golpearan. Por eso “sólo” sufrió graves lesiones en el cuello. El incidente, ocurrido el viernes 23 de febrero, fue reportado ayer por el diario gratuito ¡Qué! María accedió luego a dar detalles de lo ocurrido en una entrevista telefónica con este diario.

“Eran seis chicos y una chica, de unos 18 años, de nacionalidad española y todos llevaban las cabezas rapadas”, explicó María. “Primero nos preguntaron si teníamos cocaína, y como les dijimos que no, comenzaron a tirarnos papelitos, y como no les hicimos caso, entonces nos rodearon y nos agredieron”, añadió. “Ni nos insultaron ni nos robaron, ni nos pidieron nada; nos escucharon hablar con acento latinoamericano y nos pegaron, y luego salieron corriendo”, contó.

Tras casi media hora llegó una ambulancia del Samur y después la policía, pero tanto los unos como los otros la ignoraron. Los primeros no se dieron cuenta de que tenía la mandíbula fracturada, le pusieron una gasa y le dijeron que se fuera al hospital. Los segundos le dijeron que lo sentían mucho y sin dejarle poner una denuncia, se fueron.

“La policía, que se supone que está para defenderte, no me hizo caso; me vieron la cara y me dijeron que no era nada, que en esa zona pasaba mucho, que era muy peligrosa y que procurara no ir por ahí porque hay muchos sudamericanos”, relató. “Yo les dije que quienes me habían agredido eran españoles, pero por tres veces el policía me insistió en que el barrio era peligroso porque había muchos latinos”, añadió. Para la mexicana, los dos policías, además de no prestarle ninguna ayuda ni atención, mostraron una actitud “racista y xenófoba”.

La joven, que lleva un año y medio viviendo en Madrid, donde trabaja en una fundación, quiere guardar el anonimato porque sus padres, que viven en el Distrito Federal, no saben nada de lo ocurrido. Por el momento ya ha puesto una denuncia en la comisaría del barrio de Chamberí, y el lunes irá a la embajada de México en Madrid para solicitar apoyo.

Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, dijo a EL UNIVERSAL, que este tipo de agresiones son muy frecuentes en esa zona de Madrid. “Sabemos que hay varios grupos neonazis que se dedican a pegar a inmigrantes”, dijo. “Sus miembros son muy jóvenes pero muy agresivos y muy peligrosos, y la policía, aunque sabe lo que ocurre, e incluso reconoce que hay agresiones todos los días, le quita importancia al asunto”, añadió. Ibarra denunció además que en el caso de Lucía, “ni siquiera le han pedido que testifique y los describa, ni se han preocupado de ver las cámaras de video del metro para identificarlos”. “Agreden con total impunidad y ni son perseguidos ni son detenidos”, dijo. “Es lamentable que ocurra esto”, concluyó.