Una reforma migratoria en Estados Unidos debe considerar la apertura de opciones para la internación legal de trabajadores, mecanismos ágiles para la regularización de éstos y trasladar el fenómeno de la agenda de seguridad a la del desarrollo y los derechos humanos, planteó el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes.

Durante una gira de trabajo por San Antonio, Texas, el ombudsman manifestó que Estados Unidos, México y los países de Centroamérica deben construir de manera conjunta fórmulas que impulsen el crecimiento económico de la región, para que el fenómeno migratorio “sea sólo una opción y no fatal destino, como lo es hoy, para cientos de miles de trabajadores”. Señaló que el fenómeno ha sido llevado “equivocada e injustamente” a la agenda de seguriad, de la cual debe ser excluido.

Expuso que la base para disminuir la migración es el diseño de programas que generen cooperación para el desarrollo. Ante miembros de la sección internacional de la Barra de Abogados y de la Mexican American Bar Asociation, preguntó:

“¿Qué resultados tendríamos ahora si los recursos gastados en vigilancia fronteriza se hubieran orientado a la cooperación para el desarrollo?”