A sus 24 años llevaba una carrera delictiva de vértigo. Pero su proyección profesional acaba de sufrir un inesperado y muy grave contratiempo por obra y gracia de la Policía Nacional, que le ha detenido en la localidad alicantina de Benitaxell.

El delincuente, un ciudadano marroquí cuya identidad responde a las iniciales A.N., es el supuesto líder de una peligrosa y muy violenta organización delictiva que el Cuerpo Nacional de Policía ha desmantelado en varias fases. Las actividades de la banda iban del tráfico de drogas a la explotación sexual de mujeres, pasando por asaltos a viviendas y falsificación de documentos, entre otras modalidades delictivas.

Fuentes próximas a la investigación han señalado que el arresto del presunto delincuente se produjo anteayer, al norte de la provincia de Alicante, y que junto a este varón fueron detenidos otro ciudadano marroquí y dos mujeres, una de nacionalidad argelina y otra, alemana.

La operación policial ha generado gran satisfacción entre los agentes del Cuerpo, ya que el presunto cerebro del grupo había conseguido burlar en un par de ocasiones el cerco policial montado para detenerle. «Era realmente escurridizo», señalan las fuentes mencionadas.

En anteriores fases, la Policía detuvo a 19 supuestos miembros de la red criminal, la mayoría rumanos, que operaban en Murcia, Alicante y Cádiz.

La Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, que han colaborado en la intervención, intervinieron numerosos efectos procedentes de robos, 2.200 kilos de resina y polen de hachís, armas y pasaportes falsificados.

La red estaba compuesta por dos grupos diferenciados. El primero se dedicaba al robo en establecimientos y al hurto en mercadillos, así como a la explotación sexual de mujeres y a la falsificación de documentos. La segunda banda se había especializado en el tráfico de drogas y operaba sobre todo en Cádiz.