Votad al negro, aunque sea fumador

El Periodico, JOSEP Pernau, 03-03-2007

Parece una broma, pero va en serio. Es una pregunta que se plantea una parte muy importante de la ciudadanía norteamericana ante los comicios presidenciales: ¿Votarías a un candidato que fuera fumador? Es un dardo maligno lanzado contra el aspirante demócrata Barack Obama. Negro y fumador. Uno diría que lo tiene muy mal. Primero, para hacerse con la victoria en las primarias de su partido, y después para vencer en las elecciones de noviembre del 2008.
El humo del tabaco y el color oscuro de la piel no fueron obstáculo para que los electores le depositaran su confianza como senador. Las presidenciales revisten otro nivel de exigencia. No en inteligencia, como han dejado demostrado algunos de los que pasaron por la Casa Blanca y que incluso fueron reelegidos. Pero sí en detalles que aquí podemos juzgar intrascendentes, como usar el nombre de Dios varias veces al día, por ejemplo. Sobre todo, si se dispone, además, del apoyo de un lobi económico. Jimmy Carter tuvo el del gremio de los cacahuetes, de los que también era cultivador. Una opinión pública fanatizada y obsesionada por los riesgos del tabaco puede tener su influencia a la hora de votar. Puede ser, incluso, que el tabaco se convierta en un recurso para enmascarar el rechazo racista, teóricamente desactivado por la presencia de Condoleezza Rice en el equipo de Bush. Pero hay un tercer argumento, del que los canallas se valen. Su segundo nombre es Hussein, por lo que las mentes enfermas imaginan a Sadam instalado en la Casa Blanca.
La sucia campaña contra el aspirante ha comenzado. La cadena televisiva Fox ataca sin piedad con estos argumentos. Más que nunca, hay que desear el triunfo de Hussein Obama, negro y fumador de ocho cigarrillos diarios.

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