Bogotá. (EFE). – Al menos quince líderes de organizaciones
de víctimas de los paramilitares en Colombia han sido asesinados
desde julio de 2005, cuando entró en vigor la norma jurídica que se
aplica a los paramilitares de ultraderecha, denunciaron hoy fuentes
humanitarias.

La responsabilidad de los crímenes está “en cabeza de estructuras
paramilitares, con anuencia de agentes estatales”, afirmó en Bogotá
el portavoz del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de
Estado, Iván Cepeda Castro.
Cepeda hizo la denuncia en la presentación hoy en Bogotá de la
Comisión Ética Internacional para Colombia, integrada por 25 ONG
defensoras de derechos humanos, del exterior, que trabajará durante
diez años.
En el acto participaron el congresista estadounidense James P.
McGovern, representante en la Cámara demócrata, y defensores de
Argentina, Brasil, Chile y España.

Cepeda destacó que era previsible que algunos de los ex jefes
paramilitares presos, «tengan que ver con lo que está ocurriendo», y
explicó que su organización no gubernamental había recibido informes
que muestran que las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) mantienen
activas muchas estructuras.
Añadió que lo hacen “de una manera mimetizada, cubriéndose con
otro tipo de nombres y formas de presentarse públicamente”.
El portavoz precisó a la prensa que los asesinatos han sido
cometidos en las más diversas regiones del país, entre ellas el
Chocó y el Putumayo, departamentos en la frontera oeste con Panamá y
sur con Ecuador, respectivamente.

La víctima en el Chocó fue Orlando Valencia, líder de unas
comunidades negras que reclaman las tierras que les fueron usurpadas
por los paramilitares para establecer grandes plantaciones de palmas
de aceite, incluso con ayuda económica internacional, dijo Cepeda.
En el Putumayo, fue asesinado un testigo de la Fiscalía General
que facilitó el hallazgo, hace dos semanas, de unas fosas comunes de
desaparecidos a manos de los paramilitares, agregó el portavoz del
Movimiento de Víctimas.
“Los aparatos de poder político de los paramilitares están
intactos”, prosiguió el portavoz, para puntualizar que “la idea de
que se ha acabado el paramilitarismo es una idea que solamente puede
caber en los discursos oficiales”.

El portavoz del Movimiento de Víctimas dijo que el caso de los
líderes asesinados es una de las primeras tareas de la llamada
Comisión Ética Internacional para Colombia, formada el pasado
miércoles de forma simultánea en las localidades de San Onofre
(norte) y Barrancabermeja (nordeste).
Entre los miembros de la Comisión también figuran, la argentina
Mirta Baravalle, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; la
brasileña Francine Damasceno Piñeiro, del Movimiento de los Sin
Tierra, y los chilenos Enrique Núñez, de la Comisión Ética contra la
Tortura, y Lorenzo Loncon, del pueblo indio de los mapuches.

Asimismo, los españoles Libertad Sánchez Gil, de la Asociación
por la Recuperación de la Memoria Histórica de Mérida y Comarca, y
Alberto Girádles, de la Comunidad Eclesiástica de Base Santo Tomás,
de Madrid.